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Pilar Garcés

El desliz

Pilar Garcés

Pactos de familia política

Los candidatos que en las elecciones navideñas pidieron una mayoría absoluta se han quedado con un palmo de narices porque Papá Noel les dejó un resultado insuficiente. Entre descabezado de langostino y brindis con cava se masca la tragedia porque los políticos han de negociar, pactar, ceder y alcanzar consensos, algo que no se estila en España. Bueno, no en la España que ellos conocen, que la nuestra es otro cantar. Ánimo, majos. Bienvenidos al mundo real. No es tan difícil. Todos lo hacemos, y más en estas fechas.

-Si pasamos la Nochebuena en casa de mi hermana mayor, la Navidad en la de tus padres y la segunda fiesta aquí, luego en Nochevieja tus hermanas pueden ir a donde sus consuegras, nosotros de cotillón con mis amigas de zumba, y en Reyes comemos con mis padres. Así luego vamos con los niños al pueblo de tu cuñado, que estarán los tuyos y la bisabuela, que sabes que le hace ilusión darles la paga, aunque sea en pesetas.

-Imposible. Mis hermanas se pelearon cuando quedaron a ver la final de GH y la pequeña se va con su cuñada mediana a una casa rural en Nochebuena, así que mis padres me han pedido por favor que la pasemos con ellos y mi hermana mayor, que está que trina porque el hijo se le ha largado a Londres con un novio y encima ya sabes que no se habla con sus suegros. Así luego vamos en Navidad donde tus padres y en la segunda fiesta... ahora me he bloqueado... En nuestra casa imposible, yo tengo comida de los quintos, te lo dije en marzo.

-Típico de ti, cari. Tú ya sabes que la Nochebuena es innegociable, que mi hermana se salió del grupo de whatsapp cuando le mencioné la mera posibilidad de irnos de crucero y no comernos su pavo relleno.

-¿Pavo? Joder cari. ¿No le has dicho que el novio de la niña es vegano? A ver si la vamos a liar, que hasta me ha hecho jurarle que no sacaré las panderetas de piel buena.

-El menú está decidido y más que decidido. Si no votaste en Instagram las posibilidades de primeros, segundos y postre ahora no nos vengas con exigencias. Ya dijimos que habrá cogollos de Tudela de aperitivo, y que se espere al turrón. La cosa es que no me das solución a lo de la Nochebuena, y ya tengo el presupuesto comprometido para comprar el marisco con mis hermanas ahora que está mejor de precio.

-Hay que fastidiarse, otra vez te ha tocado lo más caro. Y luego vendrán tus cuñados con sus recetas de la nueva cocina, que con una alcachofa laminada se montan un carpaccio.

-Cari, no seas rata, si eres el único que trabaja tendrás que hacer algo por los más desfavorecidos, somos una gran familia. Qué ordinariez hablar de dinero y no de personas. Volvamos a la Nochebuena. ¿Y si tus padres y tu hermana se vienen con nosotros? Seremos treinta pero podemos montar la mesa en la cochera de los vecinos de mi hermana.

-¿Estás loca? Ese tío es del Madrid, y yo ya te dije después de la bronca por la Recopa del 81 que no le daré ni agua. Pues no me dijo que era un fuera de juego...

-El fútbol, Cataluña y las notas de los niños son temas tabú, lo decidimos en asamblea en el cumpleaños de tu sobrina después de la angina de pecho que tuvo el yerno de tu hermana en la comunión de Fito.

-A mí mientras no me sientes con tu padre, que me volverá a recriminar lo de la cláusula suelo que le vendí, la verdad es que me da igual. ¿Y de qué hablaremos? ¿De política? Mira que el vegano es de Podemos y la puede liar parda con mi sobrino el de la tuna.

-Cari, te acabo de mandar por mail la hoja de ruta de aquí a Sant Sebastià, incluidas tus exigencias sobre tus hermanas y tus padres. Alguien tiene que tomar decisiones en esta familia. Dime sí o no.

-Vale. No. O sí. Pero el coñac bueno escondido bajo llave.

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