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Antonio Tarabini

Un panorama político inédito

Los resultados han sido los esperados, incluidas algunas relativas sorpresas. Los populares son la opción política más votada y con más escaños, a pesar de que le haya significado perder 63 parlamentarios. En segundo lugar se ubica el PSOE y el tercero, Podemos. Ciudadanos completa el cuarteto de referencia, aunque con unos resultados menos exitosos de lo que algunos le auguraban. IU, incluida en la coalición Unidad Popular, no obtiene unos buenos resultados y no queda todavía claro que pueda formar grupo parlamentario. El conjunto de partidos de raíz nacionalista mantienen una resultados significativos, que pueden permitirle jugar un papel relevante en la gobernabilidad de España tal como lo fue en las legislaturas anteriores. Lógicamente, por razones obvias, habrá que analizar detenidamente los resultados en Catalunya. UPyD, el partido liderado por Rosa Díez, deja de estar representado en el Parlamento español.

En Balears, los populares obtienen 3 diputados, Podemos y socialistas 2 , y Ciudadanos 1. EL PP ha perdido 2 diputados, los socialistas 1, habiendo obtenido unos malos resultados y siendo superados por Podemos en número de votos. Més, El Pi, UP (EU) no han obtenido escaño. Tal nuevo mapa político permite definir un nuevo e inédito panorama.

Primero. Fin del bipartidismo clásico PP/PSOE. La única coalición posible que supere el 50% de escaños sería la "gran coalición" PP-PSOE, cuya posibilidad algunos propician, mientras otros piensan que no obtendría el placet de su militancia (España no es Alemania) e incluso que podría significar la conversión del PSOE en un partido marginal. Lo cierto es que ambos deberán modificar profundamente sus planteamientos y sus modos de hacer política. El protagonismo, ya sea en el gobierno como en la oposición, deberán compartirlo con Ciudadanos y/o Podemos.

Segundo. Una nueva derecha. La derecha, e incluso el centro-derecha, estaba representada exclusivamente por el PP. En su seno cohabitaban diversas sensibilidades (conservadora, democristiana, liberal, neoliberal?), Ahora aparece Ciudadanos, y su líder, Rivera, con un talante novedoso, menos casposo. Desde la perspectiva de política económica mantienen a ultranza sus principios liberales (con escasas diferencias con el PP), pero con mayor apertura hacia el respeto a opiniones, modos y maneras de plantearse la convivencia. (matrimonio homosexual, interrupción del embarazo, limitación de expresión y manifestación?). Posiblemente C's es la apuesta de los poderes financieros y empresariales de nuestro país. Lo que no tiene porque suponer que se convierta en el próximo presidente del Gobierno. Tal nueva situación obligará a espabilar a los vigentes diplodocus populares.

Tercero. Una nueva izquierda. Hasta el momento la izquierda estaba "ocupada" por los socialistas (socialdemocracia) y a distancia Por IU (ubicada a la izquierda del PSOE). Tal realidad ha cambiado. IU ha sido succionada por Podemos y Pablo Iglesias, especialmente durante la última semana de la campaña electoral se ha dirigido directamente a los votantes socialistas presentándose como el "nuevo" socialismo. Para Podemos era fundamental adelantar al PSOE para convertirse en referente de la izquierda en España. No lo ha hecho en número de votos. En cualquier caso los socialistas deberán espabilarse y entre otros tareas reformular su discurso político.

Cuarto. Los pactos. Se terminaron las mayorías absolutas, y no parece que pueda ser posible (al menos en primera vuelta) un gobierno de coalición de derechas porque la suma de sus escaños no supera el 50%. También parece muy difícil que la suma de parlamentarios de la izquierda supere la mitad de la Cámara, añadido a la dificultad de su excesiva pluralidad. ¿Habrá que acudir a la segunda vuelta donde formará gobierno, aunque sea en minoría, el partido que resulte más votado en la correspondiente sesión parlamentaria? Rivera afirma que no piensa votar en positivo la candidatura del PP o PSOE; pero también ha dicho que podría abstenerse en favor del partido más votado, lo que parece insinuar un posible gobierno popular en minoría. La solución no es fácil.

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