Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Llorenç Riera

La crisis vespertina de los centros de salud

El Govern aprueba la ampliación de horarios a partir del 1 de diciembre y los médicos mantienen la amenaza de huelga - No se ha concretado el plan que debe garantizar la asistencia en la jornada prolongada

La indefinición es terreno abonado para la inquietud y el conflicto. Esta situación se traslada ahora los centros y unidades básicas de salud de Balears porque no hay avenencia entre los máximos responsables administrativos de su gestión y quienes despliegan su actividad profesional en ellos. En medio de tal pinza, el usuario, el paciente real o potencial, que no sabe muy bien a qué atenerse. Todo a cuenta de la ampliación de horario de estos centros, lo cual, en principio, debería ser una excelente anuncio, pero sin embargo se torna elemento cuando menos difuso por contenido incierto y definición inconcreta.

El Govern aprobó ayer, tal como había avanzado, la apertura vespertina, a partir del 1 de diciembre, de los 51 centros de salud de Balears. La medida también afecta a un número no determinado de las 104 unidades básicas de salud del archipiélago. Abrirán de 8 a 20 horas de lunes a jueves y de 8 a 15 los viernes. Ahora lo hacen hasta las 17,30. "Como se hacia antes" dice la consellera Patricia Gómez, para que se pueda acudir al pediatra por lo menos una vez por semana y los trabajadores tengan la posibilidad de visitar al médico en horario vespertino.

¿Con qué recursos concretos se cuenta para proveer la ampliación de horarios con garantías de asistencia? Esta es la pregunta a la que nadie llega a responder de forma precisa y que destapa por ello la caja de los conflictos. Lo hace hasta el extremo de que los médicos, con el respaldo de su órgano colegial, mantienen abierta la amenaza de huelga o bien guardan en la recámara algún tipo de movilización o resistencia pasiva. Por lo menos 28 de los 45 coordinadores de centros de salud dicen que no tienen conocimiento de un plan detallado para afrontar la nueva situación. En otras palabras, no es que los médicos y resto de sanitarios estén manifiestamente en contra de una ampliación de horarios que de modo invariable debe beneficiar al usuario, sino que no ven el modo efectivo de llevarla a la práctica.

Mientras, la conselleria, quizás mirando en exceso a la galería, parece conformarse con la resignación de que no siempre es posible el acuerdo y mantiene el coraje de propiciar nuevas irritaciones de los galenos cuando sentencia que la ciudadanía no entendería una huelga ¿ Debe asumir en cambio el papel en blanco que maneja el Ib-Salut sobre este asunto?

Es muy posible que tras el telón permanezca latente una estricta cuestión económica. Que el personal sanitario aspira a cobrar más a cambio de recomponer turnos y dilatar horarios y que Salud no disponga de un solo euro para abonar el mayor trabajo realizado. Pero a la conselleria le interesa ahora mismo que el ciudadano sepa que ella ha decidido facilitar las cosas aunque haya sido dejándolas a la intemperie. Acudir al centro de salud por la tarde tendrá un plus de intriga, la duda de saber si encontrarás a alguien tras el umbral o el estado de ánimo del receptor. El Ib-Salut abre la puerta teniendo la caja vacía. Acción peligrosa.

Compartir el artículo

stats