Eran previsibles incidencias, juegos de artificio y ceremonias de la confusión en los preámbulos del juicio del caso Nóos. Se están produciendo en distintos niveles y con una rapidez que sigue confirmando la trascendencia de la causa y el valor que se otorga al hecho de que la infanta Cristina de Borbón esté imputada en ella por delito fiscal.
Nada nuevo hay en la constatación de que Manos Limpias permanezca en el ojo del huracán. El sindicato sin afiliados y con fuentes de financiación desconocidas se ha quedado como única acusación particular, por lo que respecta a la hermana del Rey. El es por tanto quien, salvo nuevos imprevistos, acabará sentando a la esposa y exsocia de Iñaki Urdangarin en el banquillo de los acusados.
Más imprevisible y sorprendente ha resultado el trasvase a la política de quien debía presidir el tribunal, una decisión legítima pero que también se presta a diversas interpretaciones. Juan Pedro Yllanes obtuvo ayer la confirmación de su excedencia por parte del Consejo General del Poder Judicial y ya es candidato formal de Podemos, al margen de su voluntad de dialogar con las bases. Yllanes manifiesta de todos modos que, tras 26 años de ejercicio profesional, era "un caramelo", un dulce que parecen paladear ahora quienes consideraban al magistrado impecable, contundente y progresista en sus resoluciones.
Mientras se revuelve el imprevisto del cambio de presidente del tribunal, las miradas se vuelven hacia Manos Limpias, ahora objeto de querella del fiscal, a la que el sindicato no ve base alguna, por presunto desvio de fondos de unos 900 perjudicados por la estafa de la filatelia Afinsa. El secretario general y la letrada de la entidad que en Nóos acusa a Cristina de Borbón han sido citados en sendos juzgados de Madrid y Valladolid para aclarar el destino de 110.800 euros que el fiscal ve susceptibles de apropiación indebida. Estos nuevos elementos han abierto las especulaciones sobre la posibilidad de que Manos Limpias, debilitada con la querella, acabara retirando la acusación contra Cristina de Borbón.
Sin embargo, la letrada Virginia López Negrete no contempla este escenario. Ayer aseguró que acusará a la Infanta "a pesar de las presiones e intimidaciones" que está recibiendo y puso en conocimiento del tribunal del caso Nóos, por escrito, la "actitud intimidatoria" del fiscal con una querella a la que los querellados no atribuyen justificación legal alguna. Todo cuando haga y afecte a Manos Limpias hasta la fecha de inicio de la vista oral de Nóos será relacionado de una forma u otra con esta causa y más en concreto con el procesamiento de la Intanta. Son servitudes de un caso trascendente.
