Con el impulso del uso de la tecnología ha aumentado el riesgo de sufrir ataques cibernéticos y bullying digital. Se han abierto nuevos canales a través de los cuales poder increpar y hostigar a los sujetos víctimas de acoso. La permisibilidad del uso de dispositivos tecnológicos entre jóvenes es un factor de riesgo, ya que muchos menores utilizan la red sin ningún tipo de control por parte de sus padres o tutores.

Los jóvenes son los más vulnerables a la hora de sufrir ciberacoso y con la masificación del uso de Internet están cada vez más expuestos a ello: a través de las redes sociales, con la aparición en Internet de imágenes comprometidas del menor (sexting), creación de perfiles falsos con su nombre, publicación de comentarios ofensivos, envío de amenazas por e-mail o SMS.

Si nos fijamos en los datos sobre el uso de Internet, vemos que el 96% de los jóvenes utiliza a diario y principalmente para entretenerse y formarse. De este total, el 83% utiliza las redes sociales para interactuar y gran parte de los menores lo hacen sin control por parte de los padres. Según el estudio realizado por Beat Bullying siete de cada diez niños han experimentado alguna forma de acoso o intimidación, cifrando en 24 millones de niños y adolescentes los que sufren acoso por parte de compañeros en todo el mundo.

Con el avance de la tecnología, el riesgo de sufrir acoso digital aumenta y para combatirlo e intentar que no se produzca, es fundamental utilizar métodos preventivos. Sin coartar la libertad de los menores se debe llevar a cabo un control exhaustivo para saber en qué perfiles están dados de alta sus hijos o qué información hay publicada en la red sobre éstos.

¿Cómo combatir el acoso digital?

¿Podemos prevenir que nuestros hijos lo sufran?

La innovación del mundo digital ha hecho que los acosadores se adapten al medio y utilicen diferentes herramientas para dañar la imagen de los más débiles. Es importante concienciar a los más pequeños sobre la multitud de riesgos que existen en la red e intentar que comprendan que si una red social no permite que menores de X años la utilicen es porque pueden conllevar ciertos riesgos de peso.

Hoy en día es inevitable que los más pequeños tengan acceso a la red y a los dispositivos tecnológicos, por ello, para que hagan un buen uso, es fundamental que los padres y tutores ejerzan su papel y lleven a cabo acciones preventivas sin restringirles el acceso al mundo online.

Tratándose de uno de los temas que más preocupan a los tutores y escuchando la demanda de protección digital por parte de los mismos, han surgido diferentes servicios para intentar evitar, y para poner fin, al acoso cibernético y a las agresiones digitales.

Servicios contra el bullying o el acoso digital están siendo cada vez más solicitados, tanto para prevenir ese acoso a través de Internet como para conseguir pruebas en el caso de que el menor lo sufra.

Los servicios contra el acoso digital sirven para proteger a los menores víctimas de bullying cibernético. Con este servicio, se recopilarán las evidencias digitales de agresiones o acoso al menor, convirtiéndolas en pruebas legales que tendrán validez jurídica para poder presentarlas junto a la denuncia de acoso.

Existe la posibilidad de contratar también un servicio preventivo que ayuda al tutor a controlar las páginas a las que tienen acceso los menores, los perfiles sociales que tienen creados o la información pública sobre ellos en la red.

Mientras, el mundo online siga evolucionando y las interacciones a través de las redes sociales sigan en aumento, la posibilidad de sufrir violencia digital también crecerá, sobre todo en los menores, por lo que es fundamental llevar a cabo acciones preventivas desde el propio hogar (educación, control€) y pedir ayuda a profesionales para poner fin al acoso digital.

*Director de desarrollo de negocio de Always On, compañía especializada en seguridad digital