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Llorenç Riera

El riesgo de una medida sin consenso

El Govern Armengol tiene especial empeño en demostrar dinamismo y eficacia, como si quisiera hacer ver que los desajustes del pacto que lo sustenta no merman su capacidad resolutiva. Es una actitud que parece acentuarse a medida que se aproximan las elecciones generales del 20 de diciembre y aprovechando aún que la oposición del PP está en horas bajas desconocidas hasta la fecha.

Este empeño en desencallar asuntos se da, por otro lado, en algunas materias particularmente delicadas y sensibles como la sanidad. De entrada decidir y después, si no queda más remedio, corregir. Ha ocurrido con el plus de la carrera profesional del personal sanitario primero y ahora con el de los otros sectores de la administración autonómica afectados. Puede pasar lo mismo con los horarios de los centros de salud y otros departamentos de Atención Primaria. El Govern decide, de modo unilateral, prolongar su horario de lunes a jueves hasta las 8 de la tarde. Son dos horas y media más por día. Los distintos sindicatos se han opuesto en principio a tal medida, no por estar en contra de ella, sino por no haber sido informados de los recursos y personal disponible para llevarla a la práctica. Algunos de los agentes sociales ni siquiera han acudido a la mesa sectorial que debía tratar la cuestión. El Govern puntualiza que en ningún caso habrá incremento de horario para los profesionales que trabajan en los centros de salud y que dispone de medios para alargar jornada, pero no concreta en qué términos o condiciones.

El Ejecutivo también dirá que es su obligación avanzar y atender a la demanda y necesidad de los ciudadanos, pero en este caso habrá que admitir por igual que tomar por sí solo la decisión de prolongar horarios en los centros de salud, comporta notables riesgos. Hubiera sido preferible y más garantista el consenso previo de los profesionales implicados de lleno en la medida, sobre todo en tiempos como los actuales en los que las arcas públicas están muy condicionadas por la precariedad. Además si, cómo se asegura, se dispone de medios, porqué no se pueden explicar o justificar.

El propio director gerente del Ib-Salut, Juli Fuster, al referirse días atrás a la prolongación de horarios en quirófanos y centros sanitarios hacia alusión a la complicidad de hacerlo a partir de diciembre porque es época de vacaciones y festivos. Ahora se decide implantar la extensión precisamiente el primer día de este mes. Será, probablemente, con un decreto del propio Ib-Salut que después será refrendado por el Consell de Govern.

Con todo lo dicho no puede extrañar, por tanto, que la iniciativa que se emprende genere por lo menos dudas tanto en el personal sanitario como en la ciudadanía. No basta con tener el portal abierto y la luz encendida. La clave radica en la operatividad y disposición de cuanto permanece en el interior.

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