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Llorenç Riera

Horas extras contra las listas de espera

Es un reto a prueba de gestores de alto nivel. La conselleria de Salud tiene el encargo permanente de atender a las necesidades y a la demanda sanitaria de todos con un presupuesto aquejado de grave insuficiencia crónica. Es casi el equilibrio imposible para quienes están presionados por unas listas de espera que acostumbran por igual ser cuestionadas tanto por su forma de elaboración, como alarmantes por lo abultado de sus contenidos.

A falta de otros recursos, nos atendremos a los datos oficiales. El Ib-Salut indica que a 30 de septiembre había en los hospitales públicos de Balears 13.763 pacientes pendientes de intervención quirúrgica de los cuales 2.8.47 llevan más de 180 días en lista de espera. También hay 28.176 que permanecen más de 120 días en expectativa de ser visitados por el especialista. Las listas se han reducido un 1,04% en los hospitales y han aumentado en el 7,4% en las consultas. Digamos, en términos generales, que, sobre todo en cuanto a operaciones, se desemboca en una situación de más tiempo de espera con unas listas ligeramente mejoradas por reducción. La media de espera ha pasado de 110 días a 117.

Pero, en la cuestión de la asistencia sanitaria, importa más lo pendiente de hacer que cuánto se haya podido realizar. El gerente del Ib-Salut, Juli Fuster, se incorpora a esta interpretación y concluye, cómo resulta evidente por otro lado, que los datos no son buenos y que todavía serían mucho peores sin el auxilio de los profesionales de la sanidad pública. Se traza el objetivo de que nadie deba esperar más de medio año para ser atendido y para ello, la conselleria que ahora mismo necesita 70 millones para poder hacer frente a las nóminas de su consistente plantilla, destina 14 a la lucha directa contra las listas de espera. Lo dicho, la mala salud económica de la casa que revierte en la gestión sanitaria de la ciudadanía. Los sindicatos dicen que bien está el plan de choque establecido, pero que lo ideal sería poder hacer frente a la situación con adecuada dotación económica y refuerzo profesional. La posibilidad siempre soñada y nunca alcanzada.

Se vuelve al recurso de siempre, horas extras y apertura de quirófanos y consultas por las tardes. El Ib-Salut lo llama auconcertación de los hospitales que no es otra cosa que la administración al máximo de los recursos propios y la prolongación de jornada en función de posibilidades y disponibilidad de las plantillas. También se estable una plan de atención especial para enfermos crónicos para aliviar una situación que es el verdadero talón de Aquiles de la conselleria de Salud y una preocupación o inquietud constante de la ciudadanía. Tanto como para que la imagen de conjunto que pueda llegar a tenerse de la gestión del Govern se vincule invariablemente a este punto. Porque todos entramos o salimos de estas listas.

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