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Cuaderna

El discurso (I)

No aprendemos. El PP sigue inmerso en la lucha interna para "elegir" a los candidatos que deben representar nuestra formación política en las elecciones generales del 20 de diciembre, tanto en el Senado como en el Congreso de los diputados. De no hacerse bien las cosas la fragmentación del partido se agravará. Da la sensación que nada importa lo que piensa la ciudadanía y cuál debe ser el discurso que el PP ha de ofrecer a los potenciales votantes. Pues bien, hoy mi aportación versara sobre lo que considero deben ser las líneas maestras del discurso a seguir por el Partido Popular. Para ello, creo necesario estructurar el mismo, en diferentes apartados; a saber:

Importancia de las elecciones: Debemos destacar que estas son unas elecciones de capital importancia para el futuro de España. Yo diría que, después de las Constituyentes, son las más importantes que vamos a vivir, junto con la aprobación de la Constitución del 78. Y es que está vez no solo se elige un Parlamento, que también, se elige el camino que debe seguir España de cara al futuro. De ahí la importancia de elegir la ruta de la solidez e indivisibilidad de España como nación de todos los españoles, respetando la diversidad de regiones y nacionalidades que la componen; o el camino, de la desunión, secesión y disgregación de España como Nación Soberana. Esto es lo que está en juego y por tanto a uno de estos dos caminos abra que ceñirse. No tengo duda que el Partido Popular por historia, tradición, coherencia, y compromiso apuesta de forma clara y contundente por el primero.

La herencia: No se trata de hacer el discurso del "Y TU MÁS". Se trata de recordar de dónde venimos. Se trata de transmitir como encontró España Mariano Rajoy cuando se hizo cargo, como Presidente del Gobierno, de nuestro país. Solo así los ciudadanos tomaran conciencia de que el experimento Zapatero no se puede volver a repetir; no por el bien del PP, si no por el bien de España.

Hay que recordar, porque es verdad, que en el 2011 España estaba inmersa en su peor crisis económica, social e institucional, que nunca antes se había vivido desde la transición. Hay que recordar que en el 2011 había más de cinco millones de españoles que querían trabajar y no podían y más de un millón de hogares que tenían a todos sus miembros en paro. Hay que recordar que han sido miles los autónomos y pequeños empresarios que tuvieron que echar el cierre a sus negocios, por la irresponsabilidad de un gobierno que negaba la crisis y llamaba antipatriotas a quienes la denunciábamos.

Hay que recordar la falta total de crédito financiero, no solo para las administraciones públicas sino para la pequeña y mediana empresa, que hacía inviable la continuidad de sus negocios. Hay que recordar la elevadísima prima de riesgo que imposibilitaba acudir a los mercados financieros para recapitalizarse. Hay que recordar la caída en picado de credibilidad que tenia España en el 2011 ante las instituciones Europeas y, por extensión, en el concierto internacional.

Todo ello provocó que los españoles cayeran en el desánimo y en el escepticismo hacia la política y los políticos. Todo ello provocó el hartazgo a tanta incompetencia e ineficacia en la gestión de los problemas reales que padecía nuestra Nación. En el 2011 había una sensación de falta de seguridad y de expectativas de futuro, que hicieron tambalear todo el entramado del estado de bienestar por falta de recursos y de previsión de ingresos.

De ahí venimos. Esta fue la herencia recibida. Es por ello por lo que España no se puede permitir el lujo de tropezar por segunda vez con las políticas caducas e ineficaces del Sr. Zapatero y que el nuevo líder socialista, Pedro Sánchez, quiere desempolvar y recuperar.

Superación: Se trata de explicar cómo se encuentra hoy España en relación a la herencia recibida. Se trata de explicar que España ya ha despertado del mal sueño del 2011 y que hoy la herencia ya es pasado, gracias a las políticas desarrolladas por el Gobierno de Mariano Rajoy, pero sobre todo gracias al impagable esfuerzo y sacrificio de todos los españoles. Se trata de explicar que desde mediados del 2014 España no solo detuvo la sangría del paro sino que se está recuperando, aunque lentamente. Se crea empleo y la crisis se está superando. Hay que explicarlo con humildad y siendo conscientes de que aún falta mucho por hacer. Hay que explicar que el crédito vuelve a fluir lentamente, a unos intereses bajos, como nunca se había visto; y que la prima de riesgo ha dejado de ser noticia mala. Hay que explicar que el comercio se está reactivando, al igual que el resto de sectores de producción, tanto de la industria, como de servicios y la construcción. Hay que explicar cómo cada vez son menos las familias que tienen a todos sus miembros en paro. En definitiva hay que explicar que España vuelve a ser un país de oportunidades, donde la inversión extranjera vuelve a confiar. Hay que explicar que hoy España vuelve a tener peso específico propio, tanto en la Unión Europea como en el concierto internacional. Todo eso y más es lo que debemos explicar.

En la segunda parte de este comentario hablaremos de lo que debe ofrecer el Partido Popular a la ciudadanía; y terminaremos con los compromisos, que debe asumir nuestra formación política, ante el reto de no desandar el camino andado y afianzar nuestra credibilidad como país protagonista en la construcción de la nueva Europa.

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