El domingo pasado leí en este periódico que el Vicepresidente de cultura del Consell, cuando tomó posesión de su cargo, no encontró ni una obra ni tan siquiera el nombre de Ramon Llull. Esta indignidad hace que tome la pluma para reivindicar la figura de tan gran filósofo y escritor de nuestra Edad Media. Deberíamos estar orgullosos los mallorquines de que tan egregia figura pertenezca a nuestra tierra, por ello creo que la falta de tratamiento por parte del Consell es una vergüenza y así me veo en el caso de destacarla.

El filósofo y escritor más destacado de toda la Edad Media es Ramón Llull. Se puede afirmar que en el siglo XIII su figura está adelantada por lo menos dos siglos, vive en el Renacimiento su actividad. Yo siempre he estado enamorado de su obra.

Estaba casado con Blanca Picany y con ella tuvo dos hijos. Para su hijo Domenech escribió la Doctrina Pueril, que es uno de los primeros libros escritos para niños, en el que, entre otras cosas, como la enseñanza de los mandamientos, aconseja que a los niños no se les de excesiva comida para no convertirles en glotones. Como afirma en su obra Phantasticus "yo era un hombre casado, con hijos, bastante rico, disoluto y mundano". Su vida doble es la que favoreció una de las leyendas según la cual entró a caballo en la iglesia de Santa Eulalia para impresionar a una amante casada con un noble portugués a la que había dedicado unas poesías. Se retira a Randa, donde poseía una finca, y allí se dedica a pensar sobre Dios y a instruirse viajando a La Real donde existe una importante biblioteca. Piensa que es imprescindible dominar el árabe a cuyos efectos, apoyado por el Rey Jaime II, decide construir un monasterio en Valldemosa que denomina "Miramar". El objeto era el aprendizaje del árabe por parte de los misioneros para poderse entender con los árabes y así adoctrinales en la fe cristiana. Jaime II adquirió los terrenos para ello y se fundó el Colegio de Miramar. Posteriormente idea tan avanzada no dio resultado.

Las obras de Ramón Llull, cuyo nombre familiar era Amat, aunque conocido por Llull, se cuentan en centenares, habiendo vivido una vida extraordinariamente larga para aquellos tiempos que le permitieron escribir varios cientos de obras.

El que suscribe, junto con Sebastián Trias Mercant, fallecido en 2008, ante la falta de consideración que existía en Mallorca por el Beato, hablamos con el Gobierno de hace más de veinte años, con la finalidad de que se llevara a cabo un video para mostrar a los turistas que deseaban conocer la cultura de nuestra tierra y no sólo el sol y la playa. Ambos llevamos a cabo un guión que se debía proyectar en el Estudio General Luliano, de donde se debía partir a Randa, Miramar y volver al Estudio. Yo tengo el guión del video, que no se llevó a cabo siguiendo la indiferencia de los mallorquines a su egregio filósofo. No ocurre lo mismo en Alemania donde existe admiración por nuestro hermano; así existe el Instituto Raimundo Lulio de la Universidad de Friburgo.

Hace unos diez años fui nombrado por el Estudio General Luliano, que se dedica principalmente a la enseñanza de idiomas, comisionado por Ramón Llull. Entonces Pedro Morey, escritor, y un alemán llamado Fidora, ofrecimos dar conferencias sobre Ramón Llull, dos por semana, de forma gratuita, si se nos prestaba un aula adecuada para ello. Aún es la hora que espero contestación.

Por si la gente lo desconoce debo decir que el precursor del ordenador fue Ramón Llull, quien escribió "Ars Magna", explicando la forma de cómo se consigue un concepto. Inteligencia Artificial, a través de una máquina que obtenía conceptos religiosos y razonamientos mediante figuras geométricas como el círculo, el cuadrado y el triángulo.

Tengo la suerte de vivir rodeado de Ramón Llull pues vivo en la calle Blanquerna, una de las obras más importantes del Beato y por detrás tengo la calle Felix de las Marevelles.

La obra de Ramón Llull está a la disposición de cualquiera en todas las librerías, por lo que no entiendo que ni su nombre figure en la institución de cultura del Consell. Es una vergüenza.

(*) Exdecano del Colegio de Abogados de Balears (ICAIB)