Diario de Mallorca

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José Francisco Conrado de Villalonga

Corrupción en la Policía Local

Desde el año 2013 los medios de comunicación de Mallorca están dando información sobre casos de corrupción en la Policía Local de Palma. Malas noticias y detalles sobre la situación de este cuerpo policial hunden la moral ciudadana y destruyen la confianza en una Institución que por su proximidad a los residentes estaría llamada a detentar un papel necesario e importante en el buen funcionamiento de la ciudad. Los palmesanos sienten pavor al conocer día tras día nuevos escándalos de la trama corrupta existente en el interior de la corporación policial, parece que en vez de un servicio de seguridad se estuviese ante una organización mafiosa.

Más de veinte empresarios han formulado denuncias por extorsión ante la fiscalía y en los juzgados, por verse obligados a pagar un “impuesto revolucionario” para poder desarrollar su actividad. Si pagaban, dicen, recibían protección, eran advertidos antes de las inspecciones, de lo contrario, si no pagaban, eran denunciados por pequeñas o amañadas irregularidades. Llegaban a sufrir agresiones físicas si no accedían a las pretensiones de los agentes extorsionadores. La policía se comportaba como una auténtica mafia profesional, protegían a los “negocios amigos” y coaccionaban a los que, aun actuando dentro de la ley, trabajaban en concurrencia con los anteriores. Todo eso recuerda una película de acción, “Miami Vice”, del año 2006, dirigida por Michael Mann.

Los casos denunciados son demasiados como para no sentir alarma y temor. Operación “SANCUS”, extorsión a empresarios; caso Playa de Palma, detenidos varios mandos policiales y 12 agentes por recibir dinero y favores sexuales de forma gratuita; caso exámenes amañados, algunos agentes, cercanos a los mandos, recibieron las preguntas antes de someterse al examen para ascender a oficial; el caso de la “somanta” de patadas y puñetazos a un detenido al que tenían esposado y ello en presencia de varios agentes y un oficial ¡y dentro del recinto de cuartel de Sant Ferran!. El Juez en el auto decretando prisión dice que se trata de “una verdadera organización criminal, formada por policías, empresarios y políticos”. Soborno, gratuidad, agresión, falsedad documental, coacción. ¡Qué espanto!, 25 policías imputados. ¡En qué manos esta confiada la seguridad ciudadana!

Ante un escándalo de tal magnitud hay que intentar analizar las causas por las se ha llegado a este escenario vergonzoso. Probablemente son varias y diversas, en primer lugar la falta de formación de estas personas que no tienen ningún principio ético ni moral, lo cual les permite auto justificarse y excederse en sus atribuciones; la crisis política, ética y social del país; la falta de control por parte de la propia organización policial; tolerancia y/o complacencia de los responsables políticos ante determinadas actuaciones y la corrupción generalizada en los partidos políticos y en ella, -la corrupción- estos individuos, encuentran excusa para sus actos.

Ante una vergüenza como la que están denunciando tanto pequeños empresarios como la fiscalía, cabe preguntarse ¿quién tiene la responsabilidad última de este desastre policial? ¿Cómo durante años se ha permitido esta degradación? La máxima autoridad municipal que durante estos años ha detentado el poder municipal y la jefatura del Cuerpo debería dar una explicación y en su caso hacerse responsable por haber permitido esta situación, bien por tolerancia bien por incompetencia. No se puede mirar para otro lado cuando la situación ha alcanzado límites intolerables, hoy un ciudadano al ver un policía municipal puede sentirse atemorizado e inseguro cuando debería considerarse confiado amparado y protegido. ¿Con qué autoridad moral puede hoy un agente sancionar a alguien que infringe una ordenanza?

Seguro que en un cuerpo policial tan profuso hay agentes honestos y responsables, aun así, ¡menudo marrón han recibido en herencia los del corner izquierdo del partido político que se juega en Cort! Los munícipes actuales van a tener un difícil trabajo para poner orden en este áspero asunto. Los del “corner” de la derecha”, que mandaron durante cuatro años y ya han sido desalojados, han metido este gol en la portería contraria del que será difícil librarse.

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