Es un placer recurrir a esta tribuna, para anunciar mi marcha, en breve, a Rabat, para asumir nuevas responsabilidades, en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Cooperación, después de un período pasado en esta acogedora tierra y que ha marcado y enriquecido mi carrera diplomática y profesional.

Tengo que confesar que han sido años que me han permitido, tanto a mí como a mi mujer y a nuestros hijos, tejer amistades y, desde la cercanía, conocer a tantísima gente amable y a su gran cultura lo que ha enriquecido nuestra perspectiva y cosmovisión.

Tengo que destacar la amabilidad, la consideración, el aprecio y la valiosa colaboración del tejido institucional balear, a todos los niveles: Gobierno autonómico, Consells Insulars y Ayuntamientos, Delegación del Gobierno, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local y demás autoridades e instancias y la sociedad civil, esperando haber aportado mi grano de arena al desarrollo de las excelentes y prometedoras relaciones entre mi país y la Comunidad Autónoma de las Illes Balears.

Agradezco, igualmente, a mis colegas de la Familia Consular su innegable apoyo, disponibilidad, confianza, ánimos y valiosa colaboración, lo que me ha permitido ejercer en óptimas condiciones mis funciones como Decano del Cuerpo Consular, al cual me siento muy honrado de pertenecer.

He de subrayar, igualmente, la labor de mis conciudadanos, al tejido asociativo, agradeciéndoles su apoyo y cariño, así como su aportación positiva en las varias ocasiones en que han sido solicitados para el desarrollo de las múltiples actividades del Consulado.

A los medios de comunicación, mi gratitud y agradecimiento por el acompañamiento.

A todos y cada uno, mi sincero agradecimiento, reiterándoles mi profunda amistad, afecto y cariño y mis mejores votos de éxito.

A todas y todos les reitero que tienen a un amigo en Marruecos y les recordaremos, mi familia y yo, con mucho cariño y debido respeto.

* Cónsul del Reino de Marruecos en Palma de Mallorca, jurisdicción Illes Balears