Una reciente publicación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE acaba de anunciar su informe anual sobre la política educativa que desarrollan los países integrados en su organización. Las conclusiones en cuanto a España se refiere resultan preocupantes. Según el estudio, el porcentaje de jóvenes en los países de la OCDE que ni estudian ni trabajan es del 15%. Sin embargo, existen diferencias notables entre las diferentes naciones objeto del estudio, por ejemplo en Holanda este porcentaje baja hasta el 6,7%, en Grecia país que ha sido objeto de tres rescates, tiene en esta situación al 13,4% de los jóvenes y España que tanto presume de crecimiento económico, tiene el 25% de su juventud, en edad de estudiar o trabajar, que ni estudian ni trabajan. Solamente Turquía, con el 29%, sale peor que España en el informe.
Este análisis entra en un problema complejo, difícil, ¿qué hacen los jóvenes que están en edad de estudiar, no lo hacen y tampoco trabajan?, son los llamados "ni-nis", cuya vida puede quedar frustrada. Contaba una profesora universitaria que en un seminario le preguntaron qué significaba "ni-ni", a lo que ella respondió que se trataba de un acrónimo formado por la unión de dos partes de una expresión ni estudia ni trabaja, unidas por una conjunción copulativa, "ni y ni". Al parecer estos universitarios no sabían lo que era un acrónimo y tampoco una conjunción copulativa, se quedaron con lo de "copulativa" que les hacía gracia. Le dije a la profesora que fuese comprensiva pues lo de "conjunción copulativa" tiene algo de sexy.
Aparecen también en el documento algunas manifestaciones de jóvenes que resultan esclarecedoras. Ante la pregunta de cómo ven ellos el sistema educativo en el que están inmersos las respuestas resultan interesantes. Por ejemplo un chico contesta: "nos quieren preparar solo para trabajar y no como a ciudadanos", una chica, Alba, explica "la educación en esta país está enfocada para que los alumnos aprueben no a que aprendan", y sigue "no nos atrevemos a expresarnos" y concluye "no aprendemos a pensar". Ante esta situación no es raro que surja la desilusión y aparezca el abandono escolar.
Fracaso escolar, fracaso de aquellos alumnos que no llegan a obtener el grado de Educación Secundaria Obligatoria por abandono de los estudios antes de concluir la educación secundaria. Sobre este grave problema también hay datos, la media de abandono escolar prematuro en la Unión Europea se sitúa en el 11%, en Francia en el 8,5%, en Alemania en el 9,5% y en el Reino Unido en el 11,8%. En España la tasa de "abandono escolar prematuro" se sitúa en el 21,9%. Ante este ardua cuestión deberíamos preguntarnos ¿Qué hacen los partidos políticos? Nada.
La consecuencia del desbarajuste educativo español tiene derivaciones en todos los sentidos, los chicos y chicas educados (sic), en los años de la democracia, sobre todo a partir del primer gobierno socialista, están "maleducados" en todos sentidos, no saben gramática, hacen garrafales faltas de ortografía, no leen, no saben interpretar un texto, desconocen el mundo clásico, ignoran los principales conceptos filosóficos y como dice uno de los encuestados no son educados para ser ciudadanos.
¿Cuáles son las causas de este estrepitoso fracaso? ¿los profesores?, ¿la familia?, ¿el niño?, ¿el joven?, ¡la política educativa!, el niño o el adolescente no son culpables, el desastre es responsabilidad del sistema y de clase política ignorante y despreocupada. Los países avanzados apuestas seriamente por la educación, forman ciudadanos comprometidos. Ante las próximas elecciones generales alguien debería proponer un pacto educativo que estuviera vigente durante los próximos veinte años El fiasco educativo, el fracaso escolar acabará siendo un desastre social.
