"Estas Elecciones Autonómicas son un plebiscito" afirmaba Artur Mas al cierre de los Colegios Electorales, desafiando a todas las fuerzas políticas constitucionalistas y confiando en una mayoría absoluta que le diera el pistoletazo de salida oficial para la Declaración Unilateral de Independencia, con su repercusión nacional e internacional. Pues bien, pinchazo en el camino y rotura de motor. Esta reparación del coche saldrá cara a Artur Mas: es su final como político. No sólo no consigue la mayoría absoluta sino que depende de CUP, que no lo quiere como President.

Analicemos el mapa que dibujan los catalanes en estos comicios. Queda claro que el nuevo escenario refleja la voluntad de sus habitantes residentes, ya que la participación ha sido mayor, no sólo en el recuento total sino que también en el voto por correo. Esto nos ayuda a hacer un verdadero análisis de Cataluña.

Hemos vivido muchísimos años bajo la sombra de una convocatoria de referéndum y, ante la negativa del Gobierno Central de convocar la consulta soberanista, la única alternativa para Mas y sus secuaces era darle forma de plebiscito a unas elecciones autonómicas que, en todo caso serían legales, amparadas por las leyes vigentes y aunar fuerzas en una lista única que representara a los partidos independentistas, que desembocó en "Junts pel sí". Llegaron las elecciones y los resultados. Ojo que aquí hay una doble lectura de las elecciones que, hasta la fecha no se le ha prestado la atención requerida.

¿Qué hubiera pasado si la lista de "Junts pel Sí" incluyera a CUP y a "Sí que es pot"? Se plantarían con una mayoría aplastante, de más de 83 escaños. ¿Qué hubiera pasado entonces? ¿Cuáles serían los titulares en la prensa? "Mayoría aplastante antiespañolista en las urnas", por ejemplo. Quiero decir con ello que las fuerzas antisistema como CUP y "Sí que es pot" comulgan con un espíritu antiespañol y antieuropeo y, menos mal, que no han ido de la mano con Junts pel Sí, de tal forma que ahora éstos están obligados a negociar. No les quepa la menor duda a los lectores de este periódico, que Mas, Romeva y Junqueras querrán sumar fuerzas para la declaración de independencia, a pesar de no haber conseguido la mayoría absoluta. La lectura que hacen es: somos más los que queremos la independencia. A este respecto miren la portada del Diari "Punt Avui" el pasado Lunes 28 de septiembre, que titulaba "Adéu Espanya". Por tanto, ha sido un triunfo que no fueran en coalición todos ellos y así, de esta forma, la política de pactos vuelve a entrar en escena. Ya se empiezan a escuchar voces dentro de CUP que la independencia no se puede declarar con este pastel. Las discusiones están a punto de empezar.

El mapa final, por consiguiente, es similar a los resultados de 2012, pero con diferentes siglas. El triunfo indiscutible de Ciudadanos, con un Albert Rivera catapultado hacia el éxito en las Generales, viene como consecuencia de un caduco PP, en caída libre hacia su extinción no sólo en Cataluña sino en el conjunto de España, y los votantes moderados de CDC que se han pasado a Ciudadanos contando también con los relativos UDC que prefieren tener voz a través de Ciudadanos que desaparecer, esto es, la teoría del voto útil. La alianza con ERC no le ha servido a Mas en absoluto, rompe su histórica alianza con UDC y sus votantes moderados se pasan a Ciudadanos. CDC nunca había tenido un mensaje tan radical como en las dos últimas elecciones autonómicas y de ahí su debacle. La vieja forma de hacer política ha muerto. Confirmado.

Ahora seremos todos espectadores de los pactos en las próximas semanas, los cuales condicionarán seriamente los programas y discursos de los partidos con vistas a las Generales.Examinados los resultados, con un PP que deambula ciego por el desierto, sin rumbo, con un PSOE que parece mantenerse ante la amenaza de Podemos pero sin un discurso de unidad nacional de la izquierda, Ciudadanos amanece hoy como la fuerza política de referencia en la próxima legislatura. La Historia de España, por ahora, seguirá contemplando a Cataluña dentro de España.

(*) Economista - Auditor - Censor Jurado de Cuentas