Hace varias semanas, en una tertulia radiofónica sobre los conflictos educativos vividos durante el curso pasado en Baleares, el que suscribe este artículo, representando a la asociación de profesores PLIS Educación, por favor, dijo que, para mejorar la docencia, había que tener muy claro que el objetivo debía ser siempre, siempre, siempre elevar el resultado académico de nuestros alumnos, y que sólo una vez conseguido este objetivo, y como consecuencia del mismo, se podría conseguir el objetivo de la cohesión social.

Participaba en la tertulia también la representante de Més, Bel Busquests Hidalgo, que, nada más oír lo dicho por el representante de PLIS, afirmó, con la forma brusca y categórica de un antepasado hidalgo castellano, lo siguiente: "Hablamos lenguajes distintos, el representante de PLIS habla de enseñanza, de algo técnico, nosotros hablamos de mucho más, hablamos de educación". Bel Busquests resumió perfectamente dos concepciones de la docencia que chocan una y otra vez en España y en todos los países desarrollados de manera muy gráfica: mucho menos enseñanza frente a mucho más educación. Según Busquest, Més y otros partidos, además de sindicatos y Asamblea de Docentes, son del mucho más; PLIS. Educación, por favor, son del mucho menos.

Se entiende por enseñanza el conjunto de técnicas pedagógicas cuyo objetivo principal es la transmisión y el aprendizaje de contenidos, habilidades y competencias correspondientes a disciplinas consideradas fundamentales, como la historia, las matemáticas o la filosofía. Del ejercicio de estas técnicas de enseñanza, se consiguen además, como consecuencia, objetivos de educación directamente relacionados con las mismas: el esfuerzo, el trabajo en equipo, la responsabilidad, el debate, el tesón, la forja del carácter intelectual y crítico, el respeto a otras ideas, el valor del mérito, la igualdad de oportunidades y la desigualdad de los resultados, la autonomía personal, la posibilidad de ascenso social por el conocimiento, etc. ¿Es todo esto el mucho menos?

Se entiende por educación el conjunto de técnicas que tienen como objetivo principal la transmisión y aprendizaje de valores de cohesión social, como la igualdad, el antirracismo, el antisexismo, la convivencia, la autonomía, la búsqueda de un mundo mejor. La enseñanza será un instrumento subordinado, quizá el más preciado, para conseguir ese mundo mejor. Este concepto de educación, ligado directamente al significado originario de la raíz "duc-", que significa "conducir personas por un guía", es tan abierto que hace que compartan el mismo objetivo de la construcción de un mundo mejor entidades muy dispares: centros de enseñanza, ONG, órdenes religiosas, asociaciones diversas. ¿Es todo esto el mucho más?

A juicio de PLIS. Educación, por favor, todos los sistemas que apuestan por la educación, consideran la enseñanza como un instrumento subordinado al servicio del "conducir personas" y se deslizan siempre hacia la injerencia política, ideológica o religiosa, con el triste resultado de un descenso generalizado del rendimiento académico de los alumnos, que, además, no suelen asimilar tampoco los valores educativos esenciales. En cambio, los sistemas educativos que apuestan por la enseñanza favorecen el éxito escolar, y con el éxito escolar, la consecución de valores educativos.

Por eso, no debe extrañar que los partidos políticos y los sindicatos actuales, principalmente los de corte nacionalista y socialista, se empeñen en privilegiar la educación sobre la enseñanza, de la misma manera que hace cien años lo hicieron tristemente las revoluciones comunista, fascista y nacionalsocialista, deseosas de "conducir personas" en forma de masa y de formar y ahormar la realidad a unas ideas y así imponer el terrible sueño del mundo mejor.

PLIS. Educación, por favor, en cambio, es una asociación de profesores menos ambiciosa, o más; reclama nada más defender lo que es relevante en un centro docente, aquello que lo distingue una ONG, de un una iglesia, de un partido o de una asociación de caridad: la enseñanza, el mucho menos de Busquests. PLIS. Educación, por favor no quiere que los profesores sean misioneros de ninguna verdad, idea o misión para cambiar el mundo, nada más pretende que los profesores sean profesores, profesionales. Y espera que los padres y los alumnos abran los ojos y exijan a los centros docentes y a los profesores profesionalidad y responsabilidad, para convertir a los alumnos en buenos estudiantes, para transmitir y aprender de forma rigurosa y crítica matemáticas, historia o filosofía, para adquirir valores educativos derivados de la enseñanza y dejar para otros ámbitos los valores educativos ajenos a la enseñanza.

Tiene razón Bel Busquests y otros: hablamos lenguajes distintos. Nosotros amamos la enseñanza, para que los alumnos puedan, cuando sean hombres, por sí mismos y con su conocimiento, sin la dirección de un profesor, construir el mundo mejor o el mundo peor. Bel Busquests y otros aman la educación, para construir un mundo mejor diseñado en el laboratorio de sus mentes, utilizando la enseñanza como instrumento y a los alumnos como ladrillos de un muro.

Después de lo dicho, ¿seguiremos diciendo que el mucho más es más o menos? PLIS. Educación, por favor está convencido de que, dedicándonos los profesores a la enseñanza, los alumnos aprenderán mucho y tendrán más educación, mientras que, dedicándonos a la educación, los alumnos aprenderán poco y tendrán menos educación.

En fin, preguntemos a quienes verdaderamente se la juegan y pagan el sistema con sus impuestos, a los padres: ¿qué quieren, enseñanza o educación?

(*) Secretario de PLIS, Educación, por favor