Araíz de los recientes titulares relativos a la ecotasa, al todo incluido y a la limitación del turismo, se me ocurren dos expresiones apropiadas: los americanos lo llaman overnewsed y underinformed cuando uno, con tantas noticias, ya no reconoce la información correcta. Aún más acertada incluso es una frase de Carl Gustav Jung: "Pensar es difícil, es por eso que la mayoría de la gente prefiere juzgar".

Conforme a esta última frase no quiero afirmar nada, sino cuestionar algunas cosas e incitar a pensar. Los críticos malvados ahora podrían decir: ¡este tipo tampoco tiene soluciones! ¡Así es! Solamente es posible si es que es, lo es encontrar soluciones que gusten a todos, pasando por alto todos los límites políticos y demás límites, hablando unos con otros y por lo menos intentando entender el punto de vista de los demás. ¡Eso no significa compartirlo!

A menudo hemos oído que el turismo, aparte de que se supone que favorece el entendimiento entre los pueblos (¿lo hace realmente?), únicamente tiene aspectos positivos para un destino. Un ejemplo algo menos positivo es el siguiente: el precio del agua sube constantemente y lo hace para todos los habitantes del destino. ¿Podría ser el elevado consumo de agua de los hoteles uno de los motivos? Según los titulares, Barcelona ya no quiere más turistas. Cuando uno vive en Barcelona y apenas puede caminar por Las Ramblas, y no hablemos de la vida nocturna en Barcelona, se nos plantea una pregunta: ¿los habitantes solamente tienen obligaciones o también tienen derechos? Todos aquellos que por las mañanas tienen que atender a clientes, también tienen una vida familiar normal que incluye dormir, pero eso ya no está garantizado.

El Arenal y Magaluf nos invitan a comprobar el aspecto que tiene la vida nocturna en su peor versión. Habría que preguntarse si el turismo de alcohol agresivo, con sus horribles facetas, a la larga perjudica a un destino más de lo que le beneficia a corto plazo. ¡Lamentablemente algunos, hasta incluso funcionarios corruptos, han ganado mucho dinero con este tipo de turismo!

Venecia prohíbe a los grandes cruceros el acceso a los canales. Pero no es porque odien a los turistas, sino porque el turismo ya no se encuentra en un equilibrio normal con la vida diaria del destino. Siete cruceros en el puerto de Palma. Eso implica de 15.000 a 25.000 pasajeros o más que se dirigen de golpe al centro de la ciudad. ¿Es mucho pedir rogar a las navieras que se pongan de acuerdo para que no se produzca esta masificación? ¿No sería también mejor para los pasajeros?

Respecto a la supresión del todo incluido (TI): ¿es posible que, por lo menos parcialmente, se esté confundiendo la causa con el efecto? Es cierto que el entorno directo sufre si los clientes TI ya no salen del complejo y por lo tanto no gastan dinero. Pero quizás una parte de la responsabilidad de por qué el TI es tan popular, habría que buscarla en la estructura de precios de la oferta general. Para una familia con hijos el TI supone la seguridad de un presupuesto cerrado.

Ecotasa. La nueva presidenta de Balears opina que se puede recaudar esta tasa porque ya existe en muchos destinos y allí no ha causado daños. Yo tampoco creo que una tasa por importe de un euro o 1,50 euros por día y turista pueda ser decisiva a la hora de hacer una reserva. Sin embargo, son imprescindibles dos requisitos:

1. Hay que aclarar previamente con todos los implicados cómo se procederá al cobro de esta tasa y quién es el responsable de su cobro. No pueden ser únicamente los hoteleros, porque una gran parte de los turistas ni siquiera hace uso de los hoteles.

2. Queremos saber para qué se utilizará ese dinero y que se haga de forma transparente. Si el impuesto se llama ecotasa, debería ser utilizado para fines específicos.

* Consultor turístico, 30 años en TUI group en varios puestos en el sector