Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Llorenç Riera

En busca de la normalidad docente

Si Martí March logra poner en circulación la pesada carga de su carro de buenas intenciones y proyectos docentes, ingresará por méritos propios en la galería virtual, porque no conocemos de su existencia física de prohombres ilustres de estas islas. Balears pasará a estar en eterna deuda con él. El conseller de Educación busca la normalidad docente y una pizca de excelencia en las aulas. Nada del otro mundo, lógica aplastante, es su trabajo. Todo lo que queramos, pero ya sabemos, con acreditada experiencia, que en este vivero de conflictos llamado Balears, la normalidad se vuelve utopía con demasiada frecuencia.

Cuando todavía se están desbrozando los restos del TIL y de la Ley de Símbolos y se busca el equilibrio para sortear la LOMCE sin entrar en la insumisión, el equipo de la conselleria de Educación escenifica su entrega al trabajo a destajo y viene a presentar un ambicioso plan estratégico que, en expresión de sus difusores aspira a recuperar "lo que se ha perdido" en los últimos cuatro años. El contenido de la hoja de ruta defendida por Martí March será presentado esta tarde a los comités de huelga. El conseller de Educación dice que desplegará su plan al margen de la continuidad o suspensión de los paros laborales, pero a nadie se le escapa que las medidas anunciadas persiguen, de entrada, un inicio del inminente curso escolar con la paz instalada en las aulas y, a partir de ahí, seguir avanzando en la consolidación de la estabilidad.

Por eso mismo, el plan establecido hace especial hincapié en el incremento de las plantillas de profesorado y en el reconocimiento de los derechos laborales de los docentes. En este sentido, la medida más llamativa es la convocatoria de unas oposiciones que se desconocen desde 2011. La Conselleria convocará 800 plazas de profesorado por esta vía hasta 2019 y recuerda que ya ha contribuido a la estabilidad con la aportación de un 25% más de interinos a los claustros docentes. El primer curso de Armengol dispondrá de 320 profesores más que el último de Bauzá y, de no cambiar las posturas, tendrá al diálogo como consigna escrita en todas las pizarras, incluidas las de los centros concertados y las más confusas del Parc Bit.

La Conselleria tiene interés en hacer ver que se han aprobado medidas para mejorar la estabilidad y funcionamiento de los centros y de que habrá más inspectores para supervisarla.

Otro de los grandes caballos de batalla es el de las ratios incrementadas en la legislatura anterior. Ahora se anuncia su reducción, tanto por lo que respecta al número de alumnos por maestro como de estudiantes por clase. Está previsto también para el año próximo un decreto de prevención de riesgos profesionales para los docentes. El trabajo propuesto es tan arduo como necesario para conseguir primero la "estabilidad y tranquilidad" que apunta el conseller y después la "equidad y calidad" que merece la comunidad educativa y, en definitiva, la sociedad de este archipiélago.

Compartir el artículo

stats