Los intelectuales esas escasas personas de acreditada solvencia y de impecable trayectoria que han trascendido de la cátedra y pesan incuestionablemente sobre la opinión pública mantienen en general un silencio sepulcral con relación al dislate catalán. Solo muy de cuando en cuando, alguna de sus voces sobrevuela lacónica el panorama para aportar un punto de sentido común al disparate. Cunde entonces la perplejidad en la mayoría y el silencio en los más estridentes, pero a buen seguro la sociedad civil se arma así sin ruido frente a la locura rupturista. Viene esto a cuento de unas escuetas declaraciones de Juan Pablo Fusi, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense, tras impartir un curso en la Menéndez y Pelayo de Santander. Entre otras cosas, dice que cualquier demócrata "situaría en dos tercios el respaldo a un plebiscito" como el que pretende Artur Mas para las elecciones en Cataluña. Y después aclara: "Cualquier tipo de plebiscito, y más si se trata de uno en el que esté en juego la independencia, requiere un mínimo de decoro democrático. El resultado que lo respalde debe ser una mayoría cualificada, es decir dos tercios sobre el censo. No vale mayoría simple y mucho menos sobre los votantes". No hacen falta mayores comentarios.
