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Llorenç Riera

El vecino suple lo que el Gobierno regatea

Dado que los milagros económicos van provistos de una alta dosis de peligro por su inoportunidad de estallar en el momento menos apetecible y que la aritmética sigue siendo irreversible y clara, se vuelve a la solución de casi siempre. No es otra que la de recurrir al bolsillo del ciudadano. Debemos mentalizarnos y prepararnos para una subida escalonada de impuestos para el próximo año. El ciudadano de estas islas deberá suplir con su propio bolsillo lo que el Gobierno Rajoy le regatea y niega también de forma progresiva. Eso, para poder seguir teniendo la escuela y el hospital abiertos, la calle asfaltada y la farola de la esquina encendida. El Govern lo ha edulcorado con la expresión "medidas de fiscalidad" lo cual, en lenguaje llano, significa a pagar toca.

La consellera de Hacienda y el director general de Presupuestos confirmaron ayer que el Govern Armengol incumplirá las directrices de los objetivos de déficit que el ministro Montoro le ha marcado. Se excederá en 8 décimas elevando el tope del 0,7% hasta el 1,5%. Para entenderlo mejor, dejemos claro que son 225 millones dentro de un estado de precariedad que habrá hecho que en los dos últimos años el déficit descontrolado haya sumado 400 millones.

Por supuesto, para no perder la costumbre, el Ejecutivo actual culpabiliza a la herencia recibida del Govern Bauzá. Afirma que en mayo, al llegar las elecciones, se había consumido ya el 70% más de lo establecido dejando el endeudamiento a la altura del 0,48%. Con tales porcentajes al descubierto, el Govern Armengol también se reafirma en su decisión de no aplicar más recortes en materia de servicios públicos y sociales. Entonces, no queda más remedio que aplicar "un plan económico y financiero" que en su contenido real se llama subida de impuestos porque, tanto en casa como en el Govern, no se puede sacar de dónde no hay. El ciudadano ya sabe pues qué debe hacer con el alivio de la crisis que un día, dicen, notará: trasferir directamente su alegría al fisco.

El vicepresidente Barceló deja entrever con claridad que la ecotasa, salvo grandes obstáculos, comenzará a aplicarse a partir del próximo verano a modo de ticket de entrada a Balears al igual que ocurre en otros tantos lugares. Esta es una historia específica con singularidades exclusivas y reportes eclógicos y sociales para un nuevo ingreso que resultará insuficiente por igual.

Por tanto, también resulta previsible que "de forma progresiva", como quien quiere amortiguar el golpe sin poder impedirlo, el Govern vuelva a recomponer el año próximo, entre otros apartados, el tramo autonómico del IRPF y el impuesto de sucesiones. Esperemos que tal trance no le haga ralentizar las reclamaciones de una financiación justa y actualizada para Balears, así como de los fondos estatutarios que Madrid tienen el empeño de congelar en beneficio de otros menesteres. Pero esta es una historia que va para largo y que dará los primeros signos de su situación real en el encuentro que mantendrán Mariano Rajoy y Francina Armengol en la primera semana de septiembre. De momento, irán subiendo los impuestos.

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