Sabíamos que nuestra salud está vinculada a múltiples factores y comportamientos. Lo que no habíamos alcanzado a adivinar es que también pudiera depender, en un momento dado, de las decisiones y consejos que tuviera a bien dar un joven de 20 años, sin preparación sanitaria ni jurídica, que tuvo el infortunio de no poder engrosar la escasa lista dos de concejales socialistas en Santanyí.
Reconozcámoslo porque, de lo contrario, no podremos adoptar las medidas preventivas necesarias para que el mal deje de reproducirse con mayor virulencia. Lo creíamos extinguido, pero estábamos equivocados.
Nombrar a Jordan Thomas como asesor técnico de la consellera Gómez y su pareja y cabeza de lista en Santanyí, Juli Fuster, atenta contra la salud colectiva. Hacerlo con un sueldo de más de 46.000 euros y sin currículum sanitario provoca malestar con efecto de irritación. También altera el estado de ánimo por decepción perfectamente descriptible. Jordan se ha atrevido a aceptar el cargo, otro motivo para cuestionar el nombramiento y para poner en duda la confianza que el PSOE dice tener depositada en él. ¿Seguro que asesor juvenil y partido son conscientes de la realidad que tienen entre manos?
El PSOE se ha liado entre la ética y la estética. Por lo visto no basta el vínculo de sentimientos y cargos entre Patricia Gómez y Juli Fuster. Faltaba el agradecimiento bien retribuido al personal de apoyo como Jordan Thomas. No nos atrevemos a asegurar que el círculo ya esté cerrado, a la vista de las sorpresas que parecían irrealizables. No hay modo de entender porqué los socialistas caen en estas cosas ¿ De verdad ha llegado "el nuevo tiempo político" que pregona la presidenta? Si lo ha hecho, ha sido con aire viciado. Més y Podemos exigen a los socialistas que dejen de colocar a personas afines como recompensa de los servicios prestados y el PP se frota las manos hasta la exageración ante el "nepotismo" en el nombramiento de cargos de confianza. El PI y Ciutadans también se quejan. Sólo la socialista Pilar Costa apela al derecho de confianza depositada en el asesor apelando a la jerga juvenil del nombrado y a su capacidad de movimiento a través de las redes sociales.
Dicen que conecta bien con la pandilla y que a partir de ahí puede poner en práctica la formación que ha recibido en prevención de VIHETS. No sería complicado presentar una lista de sanitarios bien formados capaces de hacerle la competencia sin problemas del mismo modo que muchos letrados están en mejor posición para disputarle la asesoría jurídica que deberá desempeñar Jordan en el Parlament. Mucho nos tememos que la empatía que se le atribuye entre los jóvenes que nunca cobrarán 46.283 euros al año se convierta en rechazo y mayor descrédito de la política. Una buena asesoría empieza por la coherencia en la actitud personal y el sentido de la responsabilidad. No ha sido el caso del concejal fallido de Santanyí. Pero tiene premio.
