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Matías Vallés

Al Azar

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Albiol lava más blanco

La noticia no es que Rajoy cambie al candidato del PP para las catalanas, sino que mantenga al candidato para las generales. El gigantesco Albiol se presentó a las municipales de mayo con el eslogan "Limpiando Badalona". La aseada polisemia le proporciona un mensaje para la Generalitat que se materializa desde su propio apellido, "Albiol lava más blanco". La perplejidad ante las críticas vertidas contra el populismo por un partido apellidado Popular, se desvanece ante la renovación de su cabeza de lista y de populista catalán. Si no puedes con ellos, cópiales en todo. El exalcalde badalonés traslada milimétricamente la figura desaforada de Marine Le Pen, la antítesis de Syriza/Podemos.

Albiol presume de inyectar su discurso populista en vena, a fin de preservar la pureza de sangre. El pívot badalonés machaca el balón y las palabras para que pasen por el aro. Llama al pan pan, y albino, vino blanco. Habrá costado un infierno arrancar a Rajoy de las emociones del Tour para que levantara el velo de la derecha civilizada. El presidente del gobierno ha necesitado cuatro años para confirmar que Andrea Fabra interpretaba fielmente la melodía del PP, en su exabrupto parlamentario que versionará Albiol. Por el camino se queda otra Andrea, Levy, que solo sirve de vicesecretaria en la arquitectura machista de Génova.

Pablo Casado era una excusa a la plancha para La Sexta, el crudo Albiol es una intervención bélica que hará innecesario el artículo 155 y muchos otros fragmentos de la Constitución. Presa de la desesperación absoluta, Rajoy ha sido el último en enterarse de que Alicia Sánchez Camacho se había reducido a caricatura, desde antes de que se le atragantara el menú de La Camarga. Con unas expectativas electorales irrisorias, el PP ha decidido que no va a participar en las catalanas, sino que va a combatirlas. Albiol va de frente y al frente. Con un nadador y un pívot en cartel, más vale que Artur Mas convoque un plebiscito irrompible. La liza de alto voltaje a la Generalitat ha sido interpretada como un preludio de las parlamentarias. Para mantener el crescendo, el elenco de candidatos deberá extraerse de la secuela de Madrid Max.

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