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Felipe Armendariz

Análisis

Felipe Armendáriz

Yllanes, un juez con gran pasión

Juan Pedro Yllanes imparte justicia con una gran pasión, pero sin olvidar la ecuanimidad y el respeto a la Ley. El magistrado, mallorquín de adopción y corazón, no se olvida, cuando se pone la toga, de que es un ciudadano más. Afronta así los casos desde la óptica del Derecho, pero sin abstraerse del daño sufrido por las víctimas y del contexto social donde se han cometido los delitos.

El flamante presidente del tribunal del caso Nóos también está preocupado, como otros muchos compañeros, por la gran desconfianza que la Justicia provoca entre los ciudadanos. Su "programa" para la plaza de presidente de la Audiencia (que no consiguió) incluye varias propuestas para acabar con esos recelos y acercar la calle a los tribunales.

Yllanes aboga por sentencias donde quede claro cómo se llega a los hechos probados y su alcance jurídico, acortar los eternos tiempos de respuesta y una mayor transparencia en las actuaciones de juzgados y tribunales.

Los justiciables se colocan así en un lugar preferente a la hora de impartir Justicia, un concepto abstracto pero que forzosamente ha de materializarse en resoluciones donde están en juego libertades y haciendas.

"Un buen juez ha de tener convicciones políticas y sociales, no puede separarse la función jurisdiccional de la ideología", admitió nuestro protagonista a Matías Vallés en una entrevista hecha en 2012.

Si aplicamos esta filosofía al caso Nóos podemos adelantar dos importantes consecuencias. La primera es la palabra "transparencia", en el sentido de que la vista oral será lo más pública posible, es decir los medios de comunicación podrán retransmitirla en directo.

La segunda es que los hechos se analizarán desde la perspectiva de un contribuyente mallorquín, valenciano o madrileño cuyos impuestos fueron desviados a unos poco útiles foros promovidos por Iñaki Urdangarin, el yerno del rey Juan Carlos que se lucró con ese dinero de todos y que no estuvo tampoco muy fino a la hora de pagar sus impuestos.

Pero la "estrella" de este caso es la infanta Cristina, exculpada de su claro papel de "gancho" para captar fondos públicos y privados para Nóos y que será juzgada por ayudar a su esposo a defraudar al Fisco.

Por otro lado, Yllanes, nada hierático y muy espontáneo en estrados, dará juego en un juicio que captará la atención de medio mundo y donde los abogados buscarán un claro lucimiento.

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