El liberal Xabier Bettel, primer ministro de Luxemburgo, uno de los 28 países de la Unión Europea, acaba de casarse con su novio, el arquitecto belga Gauthier Destenay, su pareja desde hace varios años. El casamiento ha tenido lugar pocos meses después de que el Parlamento luxemburgués aprobase la ley que iguala el matrimonio heterosexual y homosexual, y que también permite la adopción.
Aquí, en España, fuimos pioneros en esta materia. En 2005, poco después de la llegada al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se reformaba el Código Civil para equiparar el matrimonio homosexual con el heterosexual. La caverna española puso el grito en el cielo y "más de cincuenta diputados del Partido Popular" presentaron un recurso de inconstitucionalidad contra aquella ley, que supuestamente subvertiría el sagrado orden reaccionario de las cosas.
Tuvieron que pasar siete años para que el Tribunal Constitucional, entonces con mayoría progresista, arrumbara definitivamente la caza de brujas de la derecha española. Es muy ilustrativo ver los cavernarios votos particulares que se emitieron en aquel momento y que retratan a la perfección la España negra de nuestros antepasados. Conviene hacer memoria de las cosas en estas vísperas electorales para que nadie se llame a engaño.
