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Cuaderna

Bauzá president

Bauzá empieza a respirar tranquilo. Sabe que ganará las elecciones autonómicas, cosechando el peor resultado de la historia del Partido Popular, tanto en votos, como en porcentaje; pero seguirá liderando el partido con mayor apoyo popular, que se traducirá en ser la formación política que mayor número de diputados aportará a la Cámara balear.

Es verdad que hasta la aparición de Ciutadans Bauzá tenía la espada de Damocles encima de la cabeza. Sabía que para seguir gobernando tenía que obtener un mínimo de 27/28 diputados. Pues no veo a El Pi pactando con partidos radicales. Así las cosas, y aparecido con fuerza Ciutadans, al PP le basta con obtener 26 diputados, que sumados a los cuatro o cinco de Ciutadans dan la mayoría absoluta en el Parlament y por tanto Bauzá podrá negociar con ellos, sin necesidad de pasar por el trago de hacer lo propio con el Partido de Font y Pastor; si bien El Pi será determinante para formar gobiernos en al menos en 25 o 30 municipios. Ello implica que el presidente no pueda cerrar la puerta a un acuerdo global con El Pi. Tiempo al tiempo.

Y es que a diez días de las elecciones al PP le basta con hacer un discurso basado en tres mensajes. A saber: a) hemos depurado internamente todos los indicios de presunta corrupción del pasado, aun ha sabiendas que en algunos casos han pagado justos por pecadores, cosa que no puede esgrimir el PSOE; b) hemos superado la crisis, y Balears lidera el crecimiento económico en España y también la creación de empleo y c) los inversores extranjeros y nacionales vuelven a confiar en nosotros, siendo Balears tierra de oportunidades.

Estas tres ideas, machacadas diariamente, junto con el discurso del miedo y del caos, si vuelve un pacto de izquierdas, que esta ocasión estaría marcado por el radicalismo que impregnaría Podemos, hará que el Partido Popular, aun cosechando su mayor derrota electoral de la historia, convierta a ésta en victoria dulce ante el panorama político de la rotura del bipartidismo. Ya sabemos que el miedo es irracional y libre, pero ante la duda su efecto es balsámico y demoledor, ya que se orillan las expectativas de cambio y se refuerza el dicho de "vale más de lo malo conocido que lo bueno por conocer.

De las últimas encuestas, sean del CIS o de cualquier medio de comunicación, se desprenden una serie de conclusiones que van tomando fuerza a 10 días de las elecciones. Estas son:

Primero: el PP gana las elecciones, pese a cosechas su peor resultado autonómico de la historia, y lo sitúa en posición de ventaja para seguir gobernando.

Segundo: el PSOE también pierde escaños y su única esperanza de formar gobierno es un pacto postelectoral con el partido nacionalista Més y con el partido de extrema izquierda Podemos.

Tercero: Ciudadanos, siempre que el PP saque un mínimo de 26 escaños, se convierte en garantía segura para que Bauzá siga gobernando, al irrumpir en la Cámara balear con un mínimo de cinco escaños.

Cuarto: Podemos se convierte en pieza clave y determinante para que Francina Armengol pueda convertirse en presidenta, siempre y cuando el Partido Popular no obtenga un mínimo de 26 escaños.

Quinto: Més mejorara su resultados pero no será determinante a la hora de formar gobierno, ya que PSOE y Més no sumaran treinta escaños.

Así las cosas se hará realidad un comentario de mi amigo, y recordado presidente y fundador del partido popular, don Manuel Fraga, cuando una vez espetó: "Querido amigo, gana la elecciones quien forma gobierno. Lo demás son excusas". Para finalizar este comentario me atreveré a pronosticar un resultado: PP 26 escaños uno arriba uno abajo, PSOE 14 uno arriba o abajo, Podemos 4 o 5, Ciutadans 4 o 5, Més 5 o 6, El Pi 2 o 3, más uno de izquierdas en Formentera. Si este es el resultado, Bauzá president. Para saber si lo que digo es realidad o ficción hay que esperar al día después de las elecciones.

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