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Camilo José Cela Conde

Fragmentación

Lo sucedido en la primera ronda del debate de investidura que se está celebrando en el parlamento de Andalucía pone sobre la mesa el panorama político aparecido tras el declive del bipartidismo y la emergencia de nuevas fuerzas como son Ciudadanos y Podemos. Susana Díaz no superó la primera oportunidad al votar en contra todos los partidos que componen la representación parlamentaria salvo el suyo, el PSOE. El Partido Popular, por razones obvias: se trata de lejos de la segunda fuerza en términos de escaños. Izquierda Unida, a causa del varapalo recibido en las urnas tras una legislatura formando parte del gobierno andaluz. Podemos y Ciudadanos porque necesitan marcar distancias para no disolverse en un santiamén como le ha sucedido a UPyD. El portavoz de Izquierda Unida comentó ante los micrófonos de Radio Nacional de España, tras el resultado contrario a la investidura de la señora Díaz, que todo hace pensar que en la segunda vuelta de mañana viernes habrá fumata blanca porque alguno de los grupos de la oposición aceptará abstenerse dando paso así a una victoria relativa de los votos socialistas. Pero, ¿cuál de ellos? Al ser presionado por lo locutor, dijo que su intuición le hacía pensar que sería a la postre el Partido Popular quien facilitase la elección de Susana Díaz como presidenta de los andaluces.

Tiene sentido. Otro fracaso en la segunda sesión de investidura conduciría a tener que realizar nuevas elecciones en Andalucía agravando el panorama de confusión ante la cita municipal y autonómica del próximo 24 de mayo. Pero la solución al bloqueo de la presidencia andaluza no garantiza el que a finales del mes de mayo nos encontremos en buena parte del reino con un panorama de difícil gobernabilidad.

Ante una situación así, a la "italiana", ya han surgido voces de alarma que plantean la necesidad de una reforma constitucional para que se dé paso a la garantía de gobiernos estables para el país. Ni que decir tiene que esas voces de advertencia sobre el caos que se avecina proceden de los dos partidos hasta ahora hegemónicos; es el Popular el que ha filtrado la noticia de que puede incluso que incorpore a su programa electoral un cambio en ese sentido. Y ha sido un barón del PP, el presidente extremeño José Antonio Monago, quien ha propuesto celebrar un referéndum para ver si los ciudadanos apoyan el que gobierne siempre la lista más votada.

Soluciones de gobernabilidad las hay más allá del bipartidismo, con la fórmula de la elección directa de presidentes y alcaldes mediante un sistema a dos vueltas como mejor opción para evitar que un solo voto le dé el poder a un partido con apoyo muy minoritario en términos absolutos. Pero es preciso que se tapone la herida a tiempo; con el reglamento electoral de ahora vamos de cabeza o bien al renacimiento de lo apoyos interesados que nutren a los partidos-bisagra o a la fragmentación inmanejable. Andalucía es un aviso que convendría no dejar de lado.

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