Los votantes evadidos del PP balear creían que dejar de apoyar al partido único era una decisión sin consecuencias. Por fortuna, el farmacéutico multimillonario de Balears no se lo pondrá fácil a los descarriados de la fe verdadera. O votas a Bauzá o tendrás que vértelas con él. Ya ha conminado a los desertores para que le telefoneen de inmediato y aporten alguna explicación de su deshonrosa conducta, si la tienen. A juzgar por los sufragios perdidos en las europeas, el president ha de amenazar a cien mil fugados en el plazo de noventa días. El cociente señala a un votante por minuto de aquí al domingo electoral, sin dormir y sin tiempo para repasar las cuentas de su próspera farmacia ni para gobernar, una bendición colateral.
Si no deponen su actitud rebelde, Bauzá actuará penalmente contra los votantes dimisionarios del PP tras abroncarlos vía WhatsApp. Nadie incumple impunemente el contrato vitalicio con el líder providencial. O dicho de otra manera, el farmacéutico no renunciará fácilmente a dos millones anuales de ingresos. Si creen que aquí se exagera, piensen que estamos ante el president que quiere encarcelar a 43 de su ciudadanos porque ocuparon la conselleria ilegal del TIL. O que demanda a Lorenzo Bravo por llamarlo prepotente. ¿Pueden imaginarse la dureza inusitada de su reacción contra un ser insignificante que se atreve a discutirle el voto? Es decir, contra usted mismo.
Si le parece violento entrar en contacto telefónico con Bauzá, póngase en lo peor. Al otro lado podría encontrarse Antonio Gómez. El farmacéutico multimillonario hubiera tenido una labor de evangelización más desahogada si la hubiera emprendido hace cuatro años. Por desgracia, estaba demasiado ocupado en pagar la hipoteca de su pisito también millonario, en saldar las deudas de su vinoteca y en colocar a un atracador al frente de las cuentas de IB3. Por no hablar de la destitución de un alto cargo cada semana. Ahora lanza su campaña para alistarte obligatoriamente al PP. Bauzá no te quiere, pero te necesita.
