La consellera de Educación, Núria Riera, debería tener hoy muy claro qué hacer con su responsabilidad política tras la información que ofrece DIARIO DE MALLORCA, en la que se demuestra que fue su orden de crear una plaza para "enchufar" a un profesor de Secundaria, que pasaría a ser "asesor docente" de la secretaria general de la conselleria, el origen de la dimisión de Miguel Deyá, número dos del departamento y director general de Educación, Personal Docente, Universidades e Investigación. El documento que reproducimos, firmado el tres de diciembre, es la prueba más palpable de que la consellera intentó que Deyá refrendase una solicitud que a él le pareció inaceptable hasta el punto de presentar la dimisión tras explicar su rechazo con contundencia a la consellera Riera. Este puesto de trabajo fue creado expresamente para un docente de secundaria destinado en Menorca como interino, pero por el que tiene un interés personal muy especial Xesca Ramis, cabeza de candidatura del PP en Lloseta y actual jefa del Servicio de Empleo (SOIB) del Govern balear. Mediante esta argucia laboral, Ramis intentaba que este licenciado en Ciencias de la Educación Física y del Deporte estuviese "liberado" para apoyarla en su campaña electoral como futuro número tres de la lista municipal.

Núria Riera se encontró con la oposición radical de Miguel Deyá a aceptar el "enchufe" que se le exigía porque no estaba dispuesto a refrendar una operación que supone un doble coste para el erario público en momentos de duros recortes y cuando Educación está teniendo serios problemas para asumir sus compromisos económicos básicos con los centros de enseñanza, incluidas las mensualidades del profesorado. La "asesoría docente" implicaba pagar dos nóminas, la del beneficiado y la de su sustituto en el centro de Menorca, al que no se había incorporado y adonde llegará fuera de plazo porque tras el escándalo ha sido enviado fulminantemente a Maó. Miguel Deyá le recordó a Núria Riera que "estas nóminas las pagamos todos".

La consellera de Educación ha ocultado en todo momento los verdaderos motivos de la marcha de su número dos. Núria Riera declaró como portavoz del Gobierno que se fue por una "decisión personal". Después aseguró que Deyá le dijo que no tenía presupuesto para hacer lo que le pedían y que ella aceptó "esos argumentos y es la razón por la que se denegó" el pretendido cargo. Resulta difícil entender que Deyá dimitiese si Riera estaba de acuerdo con sus argumentos. Y, desde luego, lo que nunca desveló la titular de Educación es que, como demuestra el documento que reproduce DIARIO DE MALLORCA, su secretario general firmó el pasado día tres la solicitud para que se diese cobertura legal al "enchufe" con una plaza de asesoría docente, sumamente "justificada" en estos tiempos de penuria económica, pues en el documento, registrado el día cinco en la conselleria, y al que sin duda tendrán acceso los interesados en este polémico asunto, se especifica que responde "a las nuevas necesidades del departamento de coordinación con las direcciones generales".

Al estallar el escándalo, desaparecen esas "nuevas necesidades" y el promocionado por Xesca Ramis parte raudo hacia Menorca, donde le esperaban, sin entender su ausencia, desde hace días.

Núria Riera mantuvo ayer en el Parlamento su estrategia de negar cualquier comportamiento reprobable y aseguró que Deyá iba a publicar un desmentido en el que aclararía las tergiversaciones de los medios de comunicación. Sin embargo, Miguel Deyá ha hecho lo contrario, ha confirmado sus demoledoras declaraciones. Si la consellera se enroca en su ambición política le espera un camino plagado de espinas.