Hay de veras espacio para una tercera vía? En el fondo ya lo era aquella malhadada reforma zapateril del Estatut, que tuvo el apoyo de Ezquerra y de CiU, pero que fue desplumada por el Tribunal Constitucional (TC), arrinconado por una furibunda derecha mediática. Hoy la tercera vía ya debería ser algo más ancha, y si el TC entendió entonces que aquella reforma no cabía, menos cabría una más amplia, por lo que habría que reformar la Constitución. Hablo de un modelo federal asimétrico en lo competencial, lo institucional y lo financiero (en el fondo confederal, con la boca pequeña), y al que pudieran acceder sólo las autonomías que obtuvieran un refrendo ampliamente mayoritario. Ahora bien, y estando las cosas como están, la reforma debería abrir también una portilla al soberanismo, por estrecha que fuera y altas y sucesivas las barreras a superar. ¿Habrá altura política para acometerla?