Manos Limpias aspira a pedir la máxima pena para la infanta, el juez da tiempo a las partes antes de fijar nuevas actuaciones, Matas afirma que volvería a contratar a Nóos y el vicealcalde de Valencia se niega a dimitir

on lo que se lleva recorrido del caso Nóos y una vez que la Audiencia ha resuelto el grueso de los recursos presentados, llega el momento adecuado y sin retorno para que las partes fijen su posición final en la instrucción y los profesionales, especialmente el juez, las decisiones previas a la fase de juicio. No es descartable, pero sí poco probable, que se demanden nuevas declaraciones o pruebas periciales. El juez instructor ha concedido un plazo de 10 días a las partes para redactar y presentar sus escritos de acusación.

Habrá pocos cambios. Todo seguirá el guión conocido pese a que, de cara a la opinión pública, algunos comportamientos vayan revestidos de incongruencia y de tintes de exageración en varios sentidos. En cuanto a Cristina de Borbón, el sindicato Manos Limpias pedirá el máximo de condena para ella como cómplice de delitos fiscales. Son 10 años de cárcel que no tienen posibilidad de prosperar. A lo sumo quedarían sustanciados en una multa. La abogacía del Estado y la fiscalía Anticorrupción continuarán sin plantear acusación formal para la infanta. El mayor peso de la carga acusadora sigue recayendo sobre las espaldas de Iñaki Urdangarin, Diego Torres y su esposa Ana Maria Tejeiro.

El juez Castro habló ayer. Dice, en actitud comprensible, que tiene ganas de dar carpetazo definitivo al caso Nóos pero también refleja la complacencia de quien sabe que la Audiencia ha acabado avalando y en algunos aspectos hasta ampliando, caso de las nuevas imputaciones, su línea de instrucción. Castro no adelanta intenciones sobre la aplicación de la doctrina Botín a Cristina de Borbón pero, a la vista del contenido del último auto de la Audiencia, parece claro que tal herramienta jurídica no será aplicable a las responsabilidades por las actividades de Nóos, un instituto que, aún con toda la carga penal que le ha ido cayendo encima, sigue contando con las simpatías de Jaume Matas.

Al ser abordado por los periodistas, a la salida del centro de reinserción de Segovia, el expresident, fiel a su comportamiento habitual, no admitió ni un ápice de error y aseguró que hoy volvería a contratar a un instituto Nóos que, dentro de su mundo irreal, tenía capacidad de sacar a Balears de la estacionalidad turística.

Las posiciones numantinas se mantienen hasta que maduran -o se pudren- y caen por el peso de su gravedad y responsabilidad penal. Rita Barberá, sobradamente arrogante, dice que la Audiencia de Palma no tiene porqué meterse con ella porque entiende que la de Valencia ya dictó jurisprudencia sobre su vinculación a Nóos. En posición semejante se sitúa su vicealcalde Alfonso Grau que, pese a estar imputado, reniega de cualquier posibilidad de dimitir. Afirma que todo es un amaño de los socialistas que lo tratan como un estorbo. Pero el último auto le obligará a tomar decisiones.