Los tres entes más siniestros de los contornos son Costas, Puertos y Aena, no necesariamente por este orden. De ahí mi estupor ante el jolgorio montado por los gemelos Govern y Caeb, en celebración de una presunta mallorquinización del engendro que controla los ruinosos aeropuertos españoles sufragados por los ingresos de los aeropuertos baleares. Las dos instituciones empresariales, gobernadas ambas por farmacéuticos, nos instan a sentirnos racialmente orgullosos de que Banca March haya entrado con un ocho por ciento en el capital de la desventurada Aena. Simultáneamente, Simón Pedro Barceló era nombrado consejero de esta infausta sociedad.

Por orden de importancia, la irrupción de los hermanos March en Aena sucede a su salida de la ACS de Florentino. Dada la fluidez del dinero, acceden al boyante Son Sant Joan con las rentas del desahucio de Son Espases. La desprotección sanitaria requeriría algún matiz en la euforia de Govern y Caeb, pero además hemos analizado los linajes de la Banca que tanto nos ennoblece. Si descartamos a March y sus aledaños, que ocupan un sillón como herederos del inmarcesible Juan March Ordinas, los consejeros de la entidad se apellidan Nieto, De la Cierva, Martínez-Conde, Gutiérrez-Barquín, Muñoz, Pidal, Rodríguez, García, Bergareche, Abecasis, Benjumea y Alarcón. Les aseguro que no viven en la isla, los únicos aborígenes en la nómina somos los impositores de segunda división como quien les habla. Ergo, Aena se ha madrileñizado.

En cuanto a Barceló, pueden preguntarle que porcentaje de su negocio reside en Balears, apuesto a que menos del veinte por ciento. Sin ánimo de desalentar, y mucho menos de educar, a Govern y Caeb, ¿qué beneficios hemos obtenido de la presencia abrumadora en Son Espases de apellidos mallorquines como March y Fluxá?, ¿cómo explican la vergüenza de un Palacio de Congresos avalado por los mallorquinísimos linajes Sampol, Barceló, Hidalgo y Fluxá? La escatológica Aena pasa de manos públicas a madrileñas, lo cual supone todavía menos ingresos para Balears. Amén.