El milagro de la política española no consiste en que Rajoy haya accedido a la presidencia del Gobierno, sino en que Gallardón se haya convertido en el miembro más despreciado del citado colectivo. El titular de Justicia ha batallado con tanta energía para arruinar su fama como para cimentarla, con resultado sobresaliente en ambas faenas. De hecho, se le condena por encima de sus pecados. En la oportunidad más reciente, el ministro interviene en Esade, la prestigiosa escuela de negocios de Urdangarin. Envalentonado, solemniza que "este Gobierno no ha concedido un solo indulto en casos de corrupción. Es más, mientras yo sea ministro de Justicia, no lo va a hacer". El enunciado se tiende entre el pasado y el futuro, pero la predicción requiere mayor compromiso que la referencia histórica. Los escrutadores del pronunciamiento ministerial piensan inevitablemente en Jaume Matas, el único gobernante que ha convocado una rueda de prensa exultatoria en bermudas tras ser condenado por el Supremo.

Las instancias progresistas se apresuran a desmontar la fanfarronada de Gallardón, enumerando los casos de políticos corruptos premiados con un indulto de "este Gobierno". Sorprenden dos aspectos, el énfasis y el silencio del PSOE, favorecido por el descrédito adicional del ministro del aborto y, sobre todo, por la puerta abierta a indultar a políticos socialistas.

Aunque errónea en su mitad pretérita, la declaración de Gallardón requiere de coraje frente a sus compañeros de filas. Quienes denuncian el indulto a corruptos en el pasado tienen que aclarar si solo pretenden tachar de mentiroso al ministro, o de recomendarle que siga arbitrando perdones vergonzosos en el corral de los socorros mutuos entre partidos. De hecho, ya han logrado que Gallardón enmendara su categórico "este Gobierno no lo va a hacer", al adjuntar simplezas sobre meter la mano en la caja cuando todo corrupto ocasiona un perjuicio económico. Dado que el ministro absuelve en primera persona, yo también indulto a Gallardón si cumple con su público propósito de enmienda.