Los demoledores resultados del informe PISA 2012 conocidos días atrás no son más que la constatación de la existencia de grandes grietas en los pilares de nuestro sistema educativo. Diez puntos por debajo de la media de la OCDE, alumnos rezagados y diferencias abismales entre comunidades autónomas, Balears en la cola, son algunos de los datos a destacar que, sin duda, merecen que la problemática sea analizada desde la sensatez, sin apriorismos políticos.

Vayamos por puntos. Como reflexión previa, se trata de una cuestión triangular cuyos vértices „padres, docentes y entorno social„, merecen la misma atención. Por una parte, la familia es la encargada de educar, el punto de partida de la formación y transmisión de unos valores, tales como el respeto, el esfuerzo o la tolerancia. Por otra parte, los profesores ostentan la labor de enseñar „que no adoctrinar„ transmitiendo una serie de conocimientos académicos y saberes programados por niveles. Sin duda, dentro de un determinado entorno social, que marca el devenir de la formación de nuestros jóvenes. Todo ello, a grandes rasgos, forma una cadena axiomática: si no se logra un alumnado educado en valores será imposible enseñar, cuya consecuencia será una sociedad deficitaria, y eso es lo que hoy genera grandes conflictos.

Los sistemas educativos de gran rendimiento tienden a priorizar la calidad de los profesores sobre el número de alumnos por clase. Es decir, si tienen que elegir entre un mejor profesor o una clase más pequeña, dan prioridad a un mejor profesor. Me hago eco de esta idea, expuesta por el subdirector de educación de la OCDE durante su comparecencia en la Comisión de Educación y Deporte del Congreso, que tengo el honor de presidir. El señor Schleicher, considerado un gurú de la educación a nivel mundial, añadía que dicha situación es ligeramente distinta en España. No puedo estar más de acuerdo con él. No digo que el profesorado sea el principal culpable de la situación, ni mucho menos, pero sí es fundamental que tome conciencia de que su labor es sustancial para el resultado futuro de los estudiantes, como también lo es la familia o el entorno social. Algo tendrán que ver los profesores de Balears en los resultados PISA de Balears. Estoy hablando de la responsabilidad que se les encomienda a este colectivo y del compromiso que tienen adquirido con la sociedad y, más concretamente, con sus alumnos. Liderazgo, gestión de recursos humanos, motivación, entorno adecuado, en definitiva, la necesidad de hacer de la enseñanza una ocupación atractiva, y de su ejercicio, una profesión altamente valorada.

Lo que sí es labor de todos los que representamos a partidos políticos y a los diferentes colectivos, es no confundir a la sociedad y ser, ante todo, realistas ante una situación tan marcadamente objetiva como la que nos revela el mencionado informe. No se puede practicar la "política del avestruz", como ha hecho el PSIB valiéndose de su silencio ante los resultados PISA „¿será que se sienten responsables de esta década de estancamiento educativo?„ o, peor aún, el comunicado del sindicato educativo STEI afirmando que el informe demuestra que el sistema educativo funciona€ ¿simple ignorancia o puro corporativismo?

Por ello necesitamos ser realistas. Es obvio que la Educación en España tiene graves problemas; el último PISA así lo reafirma desgraciadamente. No es cuestión de hacer apaños. Yo no sé a ciencia cierta si la LOMCE va a ser la solución, de lo que sí estoy seguro es que situarse detrás de la pancarta y mirar hacia otro lado no conduce a nada, porque ello no va a mejorar los resultados del próximo informe PISA.

* Presidente de la Comisión de Educación del Congreso y portavoz del PP de las Illes Balears