En la última semana ha estado en boca de muchos boletines informativos el desarrollo de un super tifón en el pacifico oeste. Tal seguimiento y conocimiento del mismo ha suscitado dudas acerca de la correcta gestión que debe realizarse acerca de un acontecimiento de tales dimensiones y sobretodo si la mala o incorrecta gestión mediática puede agravar las consecuencias (materiales como sociales). Muchos son las voces críticas de expertos en la materia que acusan de una vaga o inoperante divulgación de este fenómeno contraponiéndolo con el huracán Sandy que hace ahora un año que asoló costas orientales de EE.UU.

Desde el pasado día 7 de noviembre, fecha en la cual el super tifón Haiyan o Yolanda tocaba tierra en Filipinas, se disparaban las noticias acerca de la inminente tragedia a la cual se veía abocado este país situado en la franja oeste del océano pacífico. Muchas comunidades de expertos en climatología y fenómenos extremos rescataban días antes que Haiyan supondría una seria amenaza a la población de Filipinas destacando que las consecuencias serían catastróficas. Entonces, ¿Por qué no se generó una campaña de apoyo y concienciación de la llegada de Haiyan? O ¿Por qué no se gestionó e informó de la llegada de este super tifón a la población local con suficiente antelación? (recordemos que las autoridades locales filipinas no activaron el plan de evacuación hasta pocas horas antes de la entrada del tifón a tierras filipinas, cuando los modelos matemáticos daban anunciaban su llegada a tierra días antes).

Estos "devastadores" fenómenos meteorológicos adquieren un eco mundial tan grande como las dimensiones (políticas, económicas y sobre todo sociales) de su destrucción. Para gran parte de la comunidad de investigadores y expertos no pasa por alto la gestión, tratamiento y difusión que se ha llevado a cabo del super tifón Haiyan y del también devastador huracán Sandy que barrió las costas orientales de Estados Unidos.

En comparación, el impulso mediático en la cobertura del huracán Sandy (octubre 2012) auspicia unos intereses marcados por las grandes potencias mundiales, mientras la sombra de Haiyan se vas desvaneciendo lentamente en el olvido.

La gestión mediática es un factor de peso en el desarrollo de una "catástrofe natural". El riesgo de una población a sufrir daños viene determinado por una amenaza (fenómeno natural) y la vulnerabilidad de la población. De esta fórmula matemática (Riesgo = Amenaza * Vulnerabilidad) existen multitud de factores que han supuesto un panorama desolador que nos trasmiten los medios de comunicación a través de imágenes dantescas de incertidumbre y de preocupación que se están viviendo en estos momentos en la comunidad filipina. Multitud de factores son los que desencadenan un desastre como el acaecido pero es obvio que contra la naturaleza "amenaza" poco o nada puede hacerse. Ahora bien, respecto a la vulnerabilidad, muchos son los estigmas que van dejando catástrofes anteriores para que se vuelvan a repetir los mismos errores con funestas consecuencias como ha sucedido.

Entonces la pregunta es inevitable. ¿Por qué se movilizó medio mundo por el huracán Sandy de categoría 3 mientras el tifón Haiyan no ha supuesto la mitad de estado de alarma cuando ha llegado a la categoría máxima?, ¿puede haber contribuido esta "banalización" e "impasividad" del mundo occidental en las desoladoras cifras de fallecidos y destrucción?, ¿Son evitable estas "catástrofes naturales"?, ¿Son resilientes las sociedades del mundo frente a los riesgos naturales?, etc.

Respecto a esta temática absolutamente diacrónica, los riesgos naturales, no deben considerarse una materia baladí puesto que nuestras Islas Balears (como todo el territorio del planeta) pueden ser afectadas por fenómenos de gran intensidad como sucedió el pasado se mes octubre con las imponentes tormentas desarrolladas en todo el levante de Mallorca con especial acción en la zona de Cala d´Or y alrededores (Felanitx, Cala Ferrera, S´Horta, etc). Debido a la patología existente y sistemática en la repetición de los mimos problemas y errores en todos los desastres naturales puede considerarse que el conocimiento del Riesgo es todavía una tarea a desarrollar.

*Geógrafo y experto en riesgos naturales.