El próximo domingo 25 de agosto la comunidad uruguaya y todos quienes deseen acompañar, se volverán a reunir en la plaza de Bunyola para conmemorar la independencia del país. Es habitual que se reúnan unas 600 personas para compartir un tradicional asado junto con actuaciones artísticas. El Ayuntamiento de Bunyola pone su apoyo para que el grupo "Los uruguayos de Bunyola" lleven adelante esta reunión, a partir de las 18 horas.

Los uruguayos de Bunyola funcionan como grupo, no tienen cargos ni autoridades y no son sólo uruguayos. Pero su trabajo es admirable y de reconocimiento, como el oficial dado por el consulado de Uruguay en Mallorca a través de su oficial de cancillería Graciela Perrotta. Baluartes para la unidad.

No es casualidad que Mallorca y Uruguay tengan buena sintonía. Para Uruguay tener consulado en la isla es una tradición que se remonta a más de cien años. La bandera uruguaya ondeaba en la plaza Mayor de Palma, luego la oficina consular se ha trasladado. Además uno se encuentra con las calles Uruguay, Montevideo y Blanes en Palma.

Valldemossa es el pueblo "uruguayo" por excelencia, producto del efecto llamada. Se decía en algún momento que toda familia valldemossina tenía familiares emigrantes en Uruguay. Vecinos de la localidad se reúnen habitualmente también los 25 de agosto, donde escuchan y cantan el himno uruguayo.

La señora Catalina Pons de Colom, nacida en Montevideo, habita una hermosa casa en el carrer Uruguay de Valldemossa. A ella se le debe que ese carrer se llame así. El cartel que nombra la calle, que lleva a los jardines de la Cartoixa y Ayuntamiento, es fotografía obligada de todo oriental que visita la localidad. Frente al cartel la casa que se llama Los Ceibos, en honor a la flor nacional uruguaya.

En 1904 fue nombrado cónsul de Uruguay en Mallorca Alexandre Jaume y Rosselló, nacido en Montevideo, de ascendencia mallorquina. Abogado, estudió en Europa y afincado en Mallorca fue político y periodista. Se tiene constancia de la labor consular de Jaume y Rosselló, aconsejando a emigrantes e invitándolos a elegir Uruguay, facilitándoles documentación. Jaume y Rosselló fue fusilado en el mismo momento que se fusiló a Emili Darder, último alcalde republicano de Palma. Fue en el cementerio y el representante uruguayo fue rápidamente condenado, acusado de rebelión dado su apoyo a la República. Entrando al Castillo de Bellver una placa recuerda a Jaume y Rosselló, pues gracias a su gestión el pueblo palmesano recuperó el castillo. Y ese castillo que él recupera fue testigo de su apresamiento. Antes de ser fusilado estuvo allí detenido. Una plaza en el centro de Palma también lo recuerda.

Una calle de Palma se llama Blanes Viale, que recuerda a dos de los hermanos Blanes, nacidos en Uruguay, de padre mallorquín. Pertenecen a la saga Blanes de Artá y emparentados con los Blanes que dieron nombre a Costa d´en Blanes en Calviá. Pedro Blanes Viale, destacado pintor, residió alternativamente entre Uruguay y Mallorca. Obras suyas de contenido testimonial histórico, se encuentran en el palacio legislativo uruguayo, donde se reúnen diputados y senadores. Obras suyas todavía están en el museo regional de Artá. Tomás Blanes Viale falleció muy joven y era discípulo de Ramón y Cajal. Científico, las células Blanes del sistema olfativo se llaman así en honor a su descubrimiento. Cien años después las células Blanes se utilizan para intentar combatir el alzheimer. A ellos dos Palma les dedicó el nombre de una calle.

Unos 8.000 uruguayos viven en Balears. La mayoría en Mallorca y muchos en Eivissa. Consulado, asociaciones, equipos deportivos, artistas, mantienen en la isla el testimonio de la cultura uruguaya, como Alceu Ribeiro, que a sus 93 años sigue pintando en su taller de la calle Trobada. Discípulo del uruguayo Torres García, maestro del constructivismo, que también colaboró en los vitrales de la Catedral de Palma, como así también estuvo un período en la Sagrada Familia con Gaudí. Mallorca fue residencia de un poeta notable como Mario Benedetti, en la plaza Gomila y en Pollensa.

El Centro Balear del Uruguay tiene más de cien años de existencia. Una de sus socias, Rosita Lladó, fue elegida recientemente presidenta de la Federación de Instituciones Españolas en Uruguay. Primera vez para una mujer y para alguien balear.

En 1815 un mallorquín fue agraciado con tierras en la primera reforma agraria realizada. El padre fundador del Uruguay, José Artigas, entonces en uso de su cargo como "jefe de los orientales y protector de los pueblos libres", adjudicó tierras a Tomás Sastre, natural de Mallorca y a uno de sus nueve hijos, nacido allá. Este dato y muchas sensaciones de emigrantes mallorquines a Uruguay están contenidos en el libro De la memoria un viaje a la ilusión del mallorquín Joan Estrades Pons.

El uruguayo tiene que andar explicando sus cosas, estamos acostumbrados. Pertenecemos a un país forjado entre dos naciones hermanas gigantes. El uruguayo hereda de su historia independentista la rebeldía y la costumbre de pelear con pocos, con ejércitos de gauchos, indios y negros fieles todos y la determinación que la cuestión es la patria o la tumba, la libertad o la muerte. Nuestro acento compartido en el río de la Plata nos hace aclarar siempre que somos uruguayos. También tenemos que aclarar que el mayor artista del tango, Carlos Gardel, nació en Uruguay. Que el tango también forma parte de nuestra cultura y que el más universal de ellos, La cumparsita, también es uruguaya, una originaria marcha para la Federación de Estudiantes. A veces se podrá escuchar ruido de tambores y son orientales manteniendo vivas las tradiciones musicales. Los ritmos vienen de la percusión y casi todo nace de ella, del África. Aquellos negros esclavos gritaban su libertad en los tamboriles y es una cultura popular que caracteriza, el candombe. Uruguay, el país que tiene una escuela pública funcionando en el hermano Paraguay, en el solar donde vivió sus últimos años Artigas. Como símbolo de hermandad, con maestros y director uruguayos. En un Paraguay donde subsiste Cambacuá, la localidad fundada por los negros fieles artiguistas en 1820, que lo acompañaron en su exilio.

Hace algunos años se descubrió en la costa de Santa Ponsa una enorme roca con la forma del mapa de Uruguay. Pero está ubicado en zona de difícil acceso, sólo por mar. Estamos acostumbrados a lo difícil, a tener que explicar.

El oriental (denominación histórica del país por ser el territorio más al oriente del virreinato del Río de la Plata y también por estar al oriente del río Uruguay) también debe aclarar lo del mate. Si bien es una costumbre que heredamos de los pueblos guaraníes y guaycurúes paraguayos, tomar mate se extendió al cono sur americano. Dentro de las diferentes maneras de tomar mate, el uruguayo se caracteriza por tomarlo en la calle, así podrá arriesgarse a decirle uruguayo. Bebida que se toma a cualquier hora todo el año y que une todas las condiciones sociales.

El uruguayo, medio filósofo por naturaleza, discutidor y generalmente educado, también es contestatario y analítico a veces en demasía, a pesar que su vida navega lenta en un mate. Solidario y con fuerte filosofía heredada del prócer del país, José Artigas, quien es considerado el padre fundador de la nacionalidad. Hombre que merece una nota aparte, pues predicó con el ejemplo su teoría solidaria, basada en el republicanismo y federalismo, valores que resurgen cada día incluso fuera de fronteras.

Uruguay, un país para querer. Uruguay natural de turismo verde y hermosas playas en toda su franja oceánica y de río. Un país donde las madres dan a luz niñas y otras veces futbolistas. Un país laico, con educación gratuita desde 1870, que dio a principios del siglo XX el derecho femenino al voto, leyes de divorcio y de derechos al trabajador, republicano siempre, donde la última dictadura perdió un plebiscito popular, de Maracaná y Gardel, de emigrantes italianos y españoles desde 1516 como el grumete andaluz Francisco del Puerto, el primer español en habitar el hoy Uruguay y tener hijos mestizos. Uruguay, la tierra donde todo el mundo toma mate, en la calle, en el estadio, en el trabajo, en toda reunión, en un espectáculo, porque no es sólo una bebida y donde si ves que te estiran el brazo para darte un mate, es porque te están brindando la amistad y el corazón. Uruguay, donde el presidente, con sus virtudes y defectos, es uno más y hace excepcional lo que debiera ser normal. Que al pueblo lo presida uno de sus iguales.

El Uruguay que promovió leyes que favorecían al inmigrante que quería instalarse en el país, que les anticipó pasajes y dio asistencia gratuita a quienes pudieran enfermar en el viaje y los hospedaba por ocho días sin cobrarles. El Uruguay que separó al Estado de toda religión, que a principios del siglo XX quitó las imágenes religiosas en los hospitales, suprimió la religión en la enseñanza pública, suprime la pena de muerte, promueve ley sobre indemnización de despidos, la mujer tiene derecho al divorcio a sola voluntad, prohíbe las corridas de toros y el fútbol se populariza dejando en segundo plano a los pelotaris. Uruguay, el país de leyes sociales de avanzada, con épocas buenas y malas, como todos.

Dale, nos vemos en la plaza de Bunyola el domingo 25. Conmemoremos la independencia con la integración. Venite, Uruguay es un país para querer.