Si buscan en la hemeroteca, encontrarán un artículo que escribí hace más de diez años en la sección Cartas al director. En él reclamaba la construcción de un palacio de congresos en Palma. Tanto por su potencial volumen de negocio, como por el gasto que realizan los participantes durante su estancia. Y lo digo con conocimiento de causa, ya que durante los años 2005, 2007, 2008 y parte de 2009, fui el jefe de ventas del centro de convenciones Victoria. Allí tuve la oportunidad de valorar el negocio MICE (siglas en inglés para: reuniones, incentivos, conferencias y eventos) y todo lo que gira a su alrededor.

La industria de reuniones se está recuperando de la etapa de crisis que hemos sufrido desde mediados de 2008 (la cual veíamos todos menos ZP). Y con el paso del tiempo, hemos visto un cambio en la comercialización, promoción y los tiempos de cierre de los grandes congresos y convenciones. Todo evoluciona, y más en tiempos de penuria. Y el sector MICE, que lo ha sufrido mucho, no se ha quedado parado.

Antes, las plataformas de comercialización eran muy vistosas e informales, sin embargo, la necesidad de hacer más productiva la inversión de los destinos, más eficiente el tiempo ocupado por los clientes (meeting planners) y más internacional el alcance de la promoción, hizo que se abrieran nuevos espacios y nuevas herramientas como el CRM (Customer Relationship Management) del que escribí un artículo días pasados incidiendo en su importancia para que los destinos tengamos el conocimiento de los potenciales compradores.

Sin duda, el concepto de hosted buyers hizo posible esa incursión, a través de presentaciones de destino y citas preestablecidas gracias al CRM. De esta forma, los compradores y vendedores tienen la oportunidad de saber exactamente cómo hacer negocios entre ellos. Y este debe de ser, bajo mi punto de vista, uno de los objetivos de los futuros gestores del palacio de congresos de Palma, tener el conocimiento de sus potenciales clientes.

Desde mi primera experiencia en 2005 como responsable de la comercialización del centro de convenciones Victoria, hemos visto como las plataformas electrónicas de comercialización han ido evolucionando. Los cruces de información online hacen que los costes de compra y venta se minimicen muchísimo. Con ello no quiero decir que están en riesgo las reuniones presenciales, sin embargo, ya vemos que se pueden incluso llevar a cabo visitas de inspección virtuales 360º a recintos, hoteles y centros de convenciones para acelerar la toma de decisión. Y con esta tecnología debe de ir trabajando todo el que quiera tener éxito en el negocio MICE.

En septiembre daremos el penúltimo paso para la finalización del palacio de congresos de Palma. Si las expectativas no nos fallan, a finales de 2014 puede existir el palacio de congresos de Palma de Mallorca. Tanto el Govern balear, con su presidente José Ramón Bauzá al frente, como el Ayuntamiento de Palma con el alcalde Mateo Isern, tienen claro que sí o sí se debe poner fin a la agónica gestación de esta infraestructura. Las cosas de palacio van despacio, pero ha llegado el momento de darle el empujón definitivo. La ciudad y el conjunto del destino de Mallorca saldrán ganando. Restauración, comercio, hoteles, transporte, etc., todos debemos apostar por su finalización. Nos guste o no su ubicación, que este tema da para otro artículo de opinión.

El turismo MICE existe, y precisa que el palacio de congresos de Palma de Mallorca exista. Yo creo que tendremos un buen producto para ofrecer en temporada baja. Y por ello le pido a usted que lee mi artículo, que crea en este proyecto y hable bien de él. No le quepa ninguna duda, esta infraestructura nos ayudará a conseguir el objetivo de tener una ciudad abierta 365 días al año.

* Diputado autonómico del Grupo Parlamentario Popular y miembro de la comisión de turismo