Los políticos, de cualquier signo, tienen gran querencia a moldear de modo favorable a sus intereses los medios de comunicación públicos. Pero en el caso de Balears, la injerencia del actual poder político en la televisión y la radio públicas está alcanzado cotas inimaginables e inaceptables si seguimos pretendiendo vivir en una democracia.

Algún miembro del equipo más cercano a Bauzá, lo que podemos considerar su círculo de hierro, maneja la televisión y la radio públicas con modos que no tienen nada que envidiar a los de la Venezuela chavista. Los profesionales contemplan, entre alucinados y atemorizados, cómo Javier Fons, director del gabinete del presidente, pone y quita, a su absoluto antojo, a las personas que deben salir en la televisión pública IB3. Su sectarismo es tan brutal que incluso ha vetado la presencia como tertulianos o en debates a profesionales de la comunicación afines al PP o que han tenido cargos de máxima responsabilidad en esos medios en anteriores etapas de gobierno del Partido Popular en Balears. Como Javier Fons considera que no son hooligans defensores a ultranza de las iniciativas políticas que él apoya, impide que estos profesionales aparezcan en unos medios de comunicación donde ejerce su absoluto poder sin contar con la voluntad o los criterios de los teóricos directivos. Su actitud manipuladora llega a tal punto que varios de los profesionales vetados por Fons, próximos ideológicamente al PP, trabajaron sin el menor problema en la televisión o la radio públicas durante el Gobierno del pacto de izquierdas.

Uno de los hechos más comentados por trabajadores de esos medios fue la prohibición expresa de Fons a la presencia de un periodista entre los que iban a entrevistar a un conseller, cuando resulta que había sido el propio conseller el que propuso su participación en el programa. Fons despreció el criterio del integrante del Govern y vetó sin contemplaciones al profesional que no estaba entre sus favoritos.

Bauzá se apoya en un muy reducido círculo de afines, pero incluso en este ámbito restringido hay quien contempla alarmado la actitud incontrolada de Javier Fons en la manipulación de los medios públicos, porque temen que acabe salpicando gravemente al presidente.

Javier Fons, hombre de confianza de Bauzá desde su etapa de alcalde de Marratxí y que fue además jefe de comunicación de la Fundación Kovacs „entidad que ha incrementado notablemente sus ingresos desde que Bauzá y Fons están en el poder„ ha llegado a imponer a la actual dirección de IB3 la realización de una entrevista a su exjefe Kovacs para que éste intentase disimular la concesión de un millón de euros a la entidad que controla y en la que aplica la técnica terapéutica llamada "neurorreflejoterapia", que no figura en la cartera de servicios catalogados por el Servicio Nacional de Salud.

Dirigentes y responsables electos del propio PP comentan muy preocupados la deriva intervencionista en los medios públicos del círculo de Bauzá y no ocultan su inquietud por la convicción de que este tipo de actitudes pueden resquebrajar la imagen del partido en momentos en que la opinión pública manifiesta una desconfianza muy elevada hacia el comportamiento de los políticos.

Incluso la apuesta de la nueva dirección de IB3 por normalizar y profesionalizar sus contenidos y estructura ha chocado con las intromisiones de Fons y sus favoritismos interesados. Algunos intentan que Bauzá entienda que será él quien padezca las consecuencias de los errores de quien siempre maniobra en la sombra.