Tras el trágico suceso acontecido estos días en Madrid en una fiesta, vemos con tristeza que la seguridad de las personas ha pasado a ser un tema de actualidad. Los ciudadanos se preguntarán, al menos durante un tiempo, si es seguro acudir a una discoteca, un partido de fútbol, un bar€

Actualmente y ya desde hace muchos años, existe normativa para preservar la seguridad de las personas cuando acuden a este tipo de locales:

Reglamento de Baja Tensión (locales de pública concurrencia), normativa contra incendios€ Todas ellas exigen unas medidas de seguridad en función del número de personas que ocupan el local: tamaño y número de las salidas de emergencia, dimensión de los pasillos de evacuación, iluminación de emergencia, número de extintores, etc.

Para facilitar la labor del empresario y certificar la seguridad de las personas, los ingenieros hemos realizado durante años proyectos donde se detallaban las medidas que se deben tomar para que un local pueda ejercer su actividad. El hecho de que este proyecto visado de instalaciones para locales fuese obligatorio (discotecas, bares, pubs, comercios€), implicaba que el ingeniero disponía de un seguro de responsabilidad civil, siendo el garante de esa seguridad.

A pesar de todo, siempre quedaba un margen de riesgo, pues el ingeniero no puede saber si se cumple la ocupación máxima proyectada de un local cada vez que abre sus puertas. Tampoco puede verificar si las puertas de emergencia están cerradas bajo llave o con cadenas para impedir su apertura (prohibido por la legislación vigente), o muchos otros requisitos que exige la normativa. Esto solo puede comprobarse mediante inspecciones posteriores por parte de la Administración o de Organismos de Control Autorizado (OCAS). Estas inspecciones pueden hacerlas ingenieros independientes y no suponen un gasto importante para el empresario.

Sin embargo, la tendencia actual nos hace ser pesimistas: la legislación permite que el empresario, mediante una declaración jurada, afirme ser el responsable, tener un proyecto y que el técnico dispondrá de un seguro. Si ligamos esto a que los proyectos de actividad ya no requieren visado, la única garantía que tienen los ciudadanos es la palabra del empresario.

Tenemos constancia de que ya existen casos donde, o bien ese proyecto no existe, o bien no existe seguro de responsabilidad civil. Puesto que esto sólo se detecta mediante inspecciones, desde los Colegios no podemos garantizar que todas las actividades se desarrollen cumpliendo la normativa, con proyecto y con seguro. Esta falta de seguridad ya la denunciamos en su momento desde la web www.porunasociedadmassegura.com.

Como conclusión, podemos tranquilizar a los ciudadanos: allí donde se cumple la normativa, donde un técnico colegiado ha proyectado y visado esa actividad y donde se inspecciona regularmente, la seguridad está prácticamente garantizada. La pregunta ahora es: ¿Estamos dispuestos a permitir que no se exijan estos requisitos con la legislación actual?