Los avatares de la situación política y de la delicada coyuntura económica de Balears han viajado a Londres. Por lo que respecta al comportamiento de las delegaciones de este archipiélago, la World Travel Market de este año ha dejado en un segundo plano, por lo menos de entrada, la agenda de ventas de plazas turísticas y el nivel de reservas que se viene produciendo en el nada despreciable mercado británico.

Los hoteleros „lo tienen acreditado desde hace mucho tiempo„ saben aprovechar las oportunidades que se les presentan. Han utilizado el escaparate de la importante feria londinense para exponer sus quejas con respecto al Govern Bauzá, con parte del gabinete para ser precisos, porque se declaran encantados con el conseller de su ramo, Carlos Delgado, y "agredidos" por el president. Difícil disyuntiva, igual que si cuanto hace uno no tuviera nada que ver con lo que inspira el otro o militaran en partidos diferentes y dispusieran de responsabilidades institucionales opuestas. La presente edición de la World Travel Market proyecta estridentes chirridos entre Federación Hotelera y Govern, antes que encantos naturales, profesionales y desapasionados de atractivo turístico balear. No es buen cebo para echar a un mar de la competencia en el que Turquía lleva notable ventaja y aún contando con el buen nivel de reservas para las islas

en 2013 o que la apreciación de la libra comporta notables ventajas para quienes deciden venir a pasar sus vacaciones en Balears.

El hecho es que los hoteleros han querido mostrar sus garras y hasta sus lesiones al Govern en un escenario internacional, pero nada neutral. En los primeros puestos de la lista de agravios expuestos anteayer en Londres por la gerente de la Federación Hotelera, Inmaculada Benito, figuran los impuestos medioambientales que se prevén en el presupuesto de 2013, la subida del IVA, la eliminación de bonificaciones de la Seguridad Social, la libertad de amortización y el adelanto de las cuotas del impuesto de sociedades.

Pero el "agresor" Bauzá no se ha quedado callado. Ayer se presentó en la capital británica con el discurso preparado. Tampoco era tan difícil hallar argumento para esgrimir su defensa. El president confirmó las buenas perspectivas del turismo británico y espetó a los hoteleros que ellos no pueden quedar al margen de la situación actual. Vino a decirles que están obligados a soportar las penurias y la crisis como el resto de estructuras sociales y económicas de este archipiélago. Serán en todo caso unas penurias relativas, porque si ha habido un sector que en los últimos años ha sido capaz de mantener sus líneas y nivel de negocio, éste ha sido el de la hostelería. Con precios a la baja, es posible, pero también con los establecimientos llenos.

Bauzá no se quedó corto ayer. Al igual que ya había hecho el vicepresidente Aguiló, también tuvo palabras para el ministro de Turismo y sus críticas a las tasas que se aplicarán a los coches de alquiler. El president reprochó a José Manuel Soria que él había subido los tipos impositivos del IVA turístico desatendiendo la petición del Govern de mantenerlo en los tipos bajos anteriores.