"Intentar una descripción de Cloud Atlas -El atlas de las nubes- es como intentar la lectura de un atlas en medio de una nube". Así ha hablado Anthony Lane, gurú cinematográfico del semanario The New Yorker, a raíz del estreno esta semana en Estados Unidos de la película rodada en Mallorca. Los críticos más exigentes del planeta Hollywood han diseccionado las tres horas de proyección de una producción alemana protagonizada por Tom Hanks, Halle Berry y Susan Sarandon, con un papel incluido para el autor de la novela seminal, David Mitchell.

A.O. Scott, crítico de guardia del New York Times, se extiende sobre una adaptación "deslumbrante", pero "tan vaporosa y exhaustiva como su título". En resumen, Mallorca asombra y confunde al mundo. El tejido en una sola narración de seis historias consecutivas y entrelazadas ha agotado la capacidad de comprensión de la crítica estadounidense, como ya ocurriera en el festival de Toronto.

En la biblia de Variety, el crítico Peter Debruge reposa tras "una intensa sesión de gimnasia mental, recompensada con un gran premio emocional". Las críticas a Cloud Atlas son difíciles de descifrar, a menudo cuesta concluir que se refieren a una película. De hecho, la revista clave del negocio cinematográfico establece que "funciona como una sinfonía", que mezcla geografías apartytadas y acciones situadas a siglos de distancia. Roger Ebert, el más prestigioso de los críticos citados hasta ahora en este artículo, sentencia en el Chicago Sun Times que "seguramente es una de las películas más ambiciosas jamás rodadas". Desde la competencia del Chicago Tribune, llega una valoración exacta por paradójica, a cargo de Michael Philips. "La película no acaba de funcionar, pero es fascinante en la forma que tiene de no conseguirlo".

¿Qué geografía no querría asociarse a los términos de "sinfonía", "fascinación" o "ambición"? En especial, tratándose de una película que sostiene que todos los seres humanos están conectados, y que pueden renacer en formas distintas. Se trata de una experiencia cercana a Lana Wachowski, que era el director Larry Wachowski antes de El atlas de las nubes. En la página rottentomatoes.com, que compendia las críticas norteamericanas, se obtiene un 65 por ciento de menciones positivas y, más importante todavía, una expectativa de la audiencia por encima del 98 por ciento.

Cloud Atlas será la película rodada en Mallorca de la que se hablará por más tiempo. Los Wachowski no citaban a Baudrillard en Matrix como un fetiche, sino porque lo habían leído. Y han declarado al alimón que en el cielo mallorquín comprendieron por primera vez El atlas de las nubes.