Opinión

Pedro Villalar

Otra solución para el mismo problema

François Hollande, candidato socialista a la presidencia de Francia tras imponerse en unas primarias entre seis candidatos, pronunció este domingo el mitin de arranque de la campaña previa a las elecciones del 22 de abril y el 6 de mayo (como se sabe, es una elección a dos vueltas). Y en su discurso, lanzó una propuesta global y abiertamente europeísta de lucha contra la crisis que, sin quebrar los grandes principios racionales de estabilidad y rigor, vino a decir que el objetivo final puede conseguirse por otros caminos en los que ciertos valores, como la solidaridad o la pervivencia del estado de bienestar, se impongan a determinados abusos del sistema financiero y a algunos criterios rígidos que ignoran que el sujeto de la política es siempre el ser humano.

En este momento, Hollande es el favorito en las encuestas frente a un Sarkozy desgastado y sometido a la servidumbre que le impone hegemonía alemana. Pero lo relevante no es tanto el resultado de las elecciones cuanto el debate que acaba de abrirse sobre cómo combatir una profunda crisis provocada por los abusos del sistema financiero, por la falta de reglas de juego en la economía global, por la avaricia patológica de unos y la incompetencia o el absentismo de otros. Muchos europeos perplejos tendrán en ese debate la ocasión de encontrar su propia luz al final del túnel.

Tracking Pixel Contents