Pa negre, de Agustí de Villaronga, rodada en catalán, es una magnífica película en cualquier idioma. La crítica especializada y la Academia de la Cinematografía, a través de los premios Goya, así lo han manifestado con unanimidad y contundencia. La película, además, describe entrañables y dramáticos escenarios de la posguerra española, lo que la hace aún más apreciada por buena parte de la audiencia. Así las cosas, es una magnífica noticia que Pa negre haya sido elegida para representar a España en los Oscars de Hollywood, donde expresará la altura y la calidad innegable del cine español. El hecho de que el filme utilice el catalán, otra de las lenguas españolas, es un canto a la diversidad cultural de este país, una de sus riquezas. Polemizar sobre este extremo, tanto si se niega españolidad a la película cuanto si se quiere hacer de ella una bandera independentista, es degradar la cultura, ofender el sentido común de los amantes del cine y propalar estériles gérmenes de división por razones probablemente inconfesables.