Por definición, un partido intenta reclutar candidatos para gobernar y legislar movilizando a los electores potenciales. Noten que, de todo este párrafo, la palabra "electores" es la más importante.

Un partido político está formado por un conjunto de ideas y creencias que se toman como válidas para explicar, interpretar­­­­­ y hacer que la realidad sea comprensible. Intenta agrupar los problemas sociales, políticos y económicos para ponerles remedio. Utiliza un vocabulario característico, unos lemas –eslogans, les llaman- con los que resume sus propuestas para hacerse un hueco en la mente de los electores potenciales (la palabra importante volvió a salir). Intentan definir las preferencias de los ciudadanos, la forma de gobernar, los intereses sociales y económicos de la sociedad con el fin de legislar. Transmiten principios, proyectos e ideas que propician el aprendizaje de su ideología. Crean y orientan la opinión pública.

Tienen una compleja estructura interna con la que imponen disciplina dentro del partido, con unos órganos que determinan quienes deben dirigirlo, el lugar que debe ocupar cada uno y el grado de autonomía del que dispone. Organizan y mantienen una compleja burocracia y mantienen un conjunto de medios –periódicos, radio, televisión- con los que difunden su ideario.

Tienen una financiación que casi siempre es determinante del éxito. Partido rico, partido con éxito; partido pobre, partido fracasado. La importancia del aspecto económico ha obligado a todos los estados a establecer una legislación extensa y compleja. Sin embargo, siempre ha sido imposible impedir que las finanzas de los partidos sean impenetrables y en muchos casos fraudulentas.

Tienen, por último, militantes, afiliados y simpatizantes, el número de los cuales determina la capacidad para influir en al actividad política y económica.

Ya basta. Todo lo descrito es de sobra conocido y se aplica a todos los partidos.

Bueno; no exactamente. Hay un partido de un tamaño enorme, quizás el más grande del planeta, al que pueden aplicarse todas las propiedades descritas hasta aquí.

Menos una: sus afiliados nunca han participado en una votación.

Es un partido profundamente antidemocrático, por acción y por convicción. ¿Creen que una cosa así no puede existir? ¿Creen que las dos palabras "partido" y "antidemocrático" no pueden escribirse juntas?

Obsérvenlo: Nadie ha elegido a sus jefes; todos han sido nombrados de la forma más autoritaria imaginable. Sólo el jefe supremo fue elegido… por un minúsculo de aristócratas. Incluso sus militantes fueron forzados a entrar en el partido sin oportunidad de negarse. Ni siquiera se lo preguntó. Son simplemente una manada de ovejas (esta es una de sus metáforas preferidas, ovejas) sin voz, sin voluntad, sin pensamiento propios.

Por supuesto, su nombre no consta en el Registro de Partidos Políticos. Primero, porque no les conviene competir en igualdad de condiciones con los demás (por supuesto, nunca se han enfrentado a ningún otro partido en una elección libre). Pero mucho más porque con su ausencia de todo tipo de democracia, tanto interna como externa y con su fraudulento método de captar afiliados, nunca cumpliría los mínimos que exige la ley.

Y a pesar de todo, es imposible dudar que el conjunto forme un partido político. Repasen la lista de características descritas en los párrafos anteriores. Las reúne todas. Menos una, la más importante. Y sin embargo, sus autoridades se sienten con derecho a dirigir las costumbres e incluso el pensamiento de todos, afiliados y no afiliados.

Desde hoy, y durante varios días, verán repetidamente los mítines del partido. Si encienden la Tele, no podrán librase de ver al presidente, aplaudido por miles de afiliados, felices de ser esclavos del pensamiento, de verse liberados de elegir y de decidir por si mismos. Todos entusiasmados de contemplar de cerca al poderoso jefe del partido más grande, más rico y más poderoso del mundo. El jefe de una multinacional que vende una única mercancía. Una mercancía que, sin embargo, nadie ha visto nunca.

¿Decía usted que no cree en la propaganda?