A tres meses de las elecciones, algunas encuestas informan de que la distancia entre los grandes partidos es muy estrecha, aunque a favor del PSOE. Es posible que "haya partido". El problema, para Rajoy, es que el PP puede hacer poca cosa para vencer.

El motivo es una realidad repetida en las encuestas de ubicación ideológica: a diferencia de otros países, la mayoría se sitúa en el espacio de centro-izquierda e izquierda. Según algunos analistas, la clave para que ZP gane depende de una franja de votantes situada a la izquierda del PSOE. Este grupo, a veces abstencionista, se movilizó en 2004? para evitar el triunfo del PP y otorgar el voto a Zapatero, como "mal menor".

Los estrategas populares pretenden que la campaña se desarrolle en un tono poco agresivo, para evitar que dichos votantes se muevan y opten por ZP. Pero, incluso en caso de ganar, su victoria sería insuficiente para gobernar en solitario? y los aliados escasean.

Así, la decena de escaños que pueda obtener CiU serían básicos para formar mayorías. Su líder, Artur Mas, ha abierto una puerta al PP si retira el recurso contra el Estatut. Pero Rajoy ya le ha dicho que no. Y para qué hablar del PNV, embarcado en el soberanismo.

Si el escenario parece turbio para Rajoy, peor es lo que puede sucederle al PP si no gana. Aznar aglutinó bajo sus siglas a todo el espacio de centro-derecha, pero, ¿podrán seguir conviviendo: democristianos, conservadores, liberales y ultraderechistas? Más aún: ¿es posible un futuro líder liberal, moderno y renovador, al estilo de Blair o Sarkozy? ¿O la bolsa de votantes pepera está muy compuesta de seguidores de consignas de Rouco, funcionarios defensores del Estado unido (poco liberales) y un público amorfo, que sigue series tan "innovadoras" como Escenas de matrimonio?