El secreto ha perdido su prestigio. Hoy, al cuarto de hora de encender la tele, te has enterado de los asuntos más recónditos de un torero, un actor o un ex presidente del Gobierno. Aparecen libros que, bajo la coartada del interés social, ponen al descubierto las entretelas de familias o personajes conocidos. Y a quienes los desvelan les piden autógrafos en la calle. El secreto y la intimidad están mal vistos. Hay cámaras por todas partes y bocas por todas partes también. Si un famoso se mete el dedo en la nariz delante del cajero automático, mientras espera el advenimiento de los billetes, tiene muchas posibilidades de que la película sea vendida a un programa de televisión que lo emitirá sin ningún pudor porque sobra demanda para eso y para más. Ya sé que no es lo mismo la intimidad que el secreto, hay una diferencia de matiz, pero la pérdida de prestigio afecta a ambos territorios.

El cónclave cardenalicio en el que se elige Papa no es íntimo, pero es secreto. Era secreto, queremos decir, pues ya se ha filtrado el diario de un cardenal en el que se revelan los mecanismos que llevaron a Ratzinger a donde está. De ahí a que consideremos una banalidad el secreto de confesión hay dos pasos. A nadie extrañaría que apareciera en un programa basura un sacerdote contándonos los pecados del vecino. Y eso es porque el secreto no tiene el glamour de antaño. Ahora, lo que nos pide el cuerpo es contar todo cuanto antes. El problema es que al revelar un secreto te quedas sin él. Quiere decirse que necesitas inmediatamente otro de recambio, porque se puede vivir sin otras cosas, pero no sin secretos. En breve, aparecerá un mercado de secretos dispuesto a satisfacer esta demanda.

-Necesito un secreto.

-¿Un secreto de confesión o un secreto de Estado? Los de Estado tienen buen precio, pero no valen nada. Le recomiendo uno de confesión.

Antes, con un secreto podían vivir dos generaciones de la misma familia. Hoy, un chico de 15 años consume en 24 horas más secretos que su padre y su abuelo juntos durante toda la vida. A ver quién abre esta nueva línea de negocio.