Sus señorías no guardan los secretos y el Gobierno se niega a enseñarles determinados documentos clasificados o que el ex director del CNI de, aunque sea a puerta cerrada, dé información confidencial. Una se pregunta si en una democracia puede haber secreto y la respuesta que inmediatamente nos responderán es que todos los Estados tienen secretos y que los servicios de información tienen secretos porque de otra manera no pueden luchar contra los malos.

De manera que la comisión parlamentaria que investiga el atentado del 11 de marzo se encuentra con que no puede conocer determinadas informaciones por ser secretas, lo que tiene enfadados a sus señorías de la oposición.

Por si fuera poco, el ex presidente Aznar ha confesado públicamente que él se marchó de Moncloa con una carpeta de secretos, los concernientes al 11 de marzo. Claro que cabe preguntarse ¿se llevó sólo esos secretos u otros muchos? ¿por qué se los llevo? ¿es legal que lo hiciera? La revelación de Aznar le ha servido al PSOE, para además de mantener su desconfianza hacía la oposición en general, poder decir que lo mismo es el ex presidente quien va filtrando a los periódicos los secretos del 11 de marzo.

La verdad es que resulta inquietante que un ex presidente diga que se ha ido de Moncloa con papeles que pertenecen al Estado. Aznar siempre me ha parecido un político inquietante. Lo demostró cuando fue jefe de la oposición y quería llegar a Moncloa cuanto antes sin importarle demasiado el cómo.

Pero volviendo a la comisión del 11 de marzo les diré que como llevo muchos años en primera fila observando la política de nuestro país, en estos años he aprendido que efectivamente sus señorías no suelen guardar secretos, que con ellos no va el off the record.

Cada vez que se ha reunido la Comisión de Secretos Oficiales para examinar información secreta, los periodistas hemos tardado media hora en conocer lo tratado en la comisión. Esa es la realidad.

En EEUU el Senado tiene un Comité para los secretos oficiales y los senadores jamás dejan escapar una palabra de lo que conocen en función del cargo. ¿Por qué los políticos norteamericanos son capaces de guardar un secreto y los nuestros no? Claro que lo mismo pasa con los sumarios secretos. En nuestro país ha sido habitual leer en los periódicos sumarios declarados secretos por el juez. O sea que somos un país que parece tenemos alergia a los secretos.

Claro que eso tiene el inconveniente de que otros países pueden llegar a la conclusión de que no somos de fiar, de manera que sus servicios de información a la hora de pasar información a los nuestros se lo pueden pensar tres veces por temor de ver su información en los papeles.

Siempre he dicho que en nuestro país no hay periodismo de investigación, simplemente los periodistas lo que tenemos es que esperar a que alguien cabreado decida venir a contarnos un secreto. Pero a lo que vamos, el Gobierno que conoce el percal, porque es del mismo percal, no quiere desvelar determinados documentos ni permitir que otros revelen determinados secretos en la comisión de secretos para que no dejen de ser secretos. Hay veces que pienso que no es serio eso de que nuestros políticos no guarden los secretos, pero otros me congratulo porque pienso que en democracia cuantas menos áreas de sombra haya mejor que mejor. Pero lo que no deja de ser inquietante es que Aznar se fuera de Moncloa con papeles, vuelvo a preguntar ¿por qué?