Jofre Cullell cumplirá el sueño de participar en unos Juegos Olímpicos con tan solo 22 años, un lujo para este ciclista de mountain bike extremadamente tímido con los pies en el suelo, pero que se transforma cuando se sube a su bici, una Mondraker de apenas 10 kilos, con la que es capaz de cubrir los circuitos a velocidades vertiginosas en las sinuosas bajadas y a un ritmo feroz en las empinadas subidas.  

Cullell reconoce que “estoy contento por la oportunidad de haber conseguido ir a los Juegos y ahora toca ir allí, disfrutar y hacerlo lo mejor posible”, asegura tras hacernos una buena demostración de sus habilidades para poder hacer buenas fotos.

Si a alguien ha beneficiado el aplazamiento de los Juegos Olímpicos un año es a este joven de Santa Coloma de Farners, un entorno ideal para practicar la bicicleta de montaña: “No esperaba que me llegase la oportunidad tan joven y la verdad es que al retrasarse un año me favoreció en este sentido ya que me dio más oportunidades de poder ir a los Juegos. El año pasado con el entrenador hicimos el máximo para lograr la plaza y al final lo conseguimos”, explica.

Está convencido que ser tan joven tiene aspectos positivos y negativos: “Me puede ayudar a nivel de nervios, ganas y motivación como estímulos, pero pueden jugar también en mi contra en medio de la carrera. Nunca se sabe. Sin embargo creo que al ser tan joven das más de tu mismo”.

Tiene un punto de preocupación por las condiciones en las que se realizarán los Juegos en Tokio: “Serán unos Juegos atípicos sin público y con muchas restricciones así que cuando estemos allí veremos como nos adaptamos”.

Va a su rollo

Jofre es sincero al asegurar que en la cita olímpica se imagina “dando lo máximo de mí. Motivado, concentrado. Soy un tipo bastante serio y siempre me gusta ir a mi rollo y estar por lo que tengo que estar, así que no creo que me distraiga del objetivo”.

Además, Cullell ya conoce el circuito donde competirá y le gusta: “Es todo artificial, muy técnico con muchos tramos de piedras y muy explosivo. Personalmente me gusta. Llevo entrenando y preparando los últimos meses la adaptación a este circuito para encontrarme a gusto en el momento de la carrera”, confiesa tras asegurar que los favoritos serán “el suizo Matias Flückiger, el neerlandés Mathieu Van der Poel que es el mejor ciclista de la época en todo y el británico Tom Pidcock, que es muy joven (21 años) y también es uno de los favoritos, pero es una carrera de un día y puede pasar de todo y daremos el máximo”, explica el ciclista catalán que asegura que su virtud es que “soy muy cabezota, no me rindo nunca. Cuando se me mete una cosa en la cabeza no paro hasta conseguirlo. Creo que esto me puede ayudar. Con buena preparación, objetivos, motivación, concentración y un poco de suerte el día de la carrera sin problemas técnicos ni caídas, todo saldrá solo”. Será con todo esto que buscará su objetivo: “Con un diploma olímpico estaré encantado de la vida y si es más pues mucho mejor”.