El nadador estadounidense Gunnar Bentz, uno de los cuatro que denunciaron un falso asalto tras una fiesta en Río de Janeiro, se disculpó hoy por su comportamiento aunque aseguró que de su boca nunca salió una sola mentira, y señaló a su compañero Ryan Lochte como el responsable de lo sucedido.

"Lamento que esta situación haya desviado la atención de los Juegos Olímpicos, que han sido increíblemente bien organizados por Brasil y sus ciudadanos", dijo Bentz en un comunicado difundido por la Universidad de Georgia, en la que estudia y compite.

El domingo, después de una fiesta, Bentz, Lochte y los también nadadores Jack Conger y Jimmy Feigen provocaron destrozos en una gasolinera y un enfrentamiento con guardias de seguridad, un desafortunado incidente que después trataron de hacer pasar por un asalto.

Sin embargo, la Policía brasileña abrió una investigación a raíz de las lagunas en sus versiones y de la difusión del vídeo que recoge su llegada a las instalaciones olímpicas horas después del falso asalto, tranquilos y con sus efectos personales.

El miércoles, la Policía brasileña impidió a Conger y al propio Bentz abordar un avión en Río de Janeiro de vuelta a Estados Unidos, aunque lo hicieron el jueves después de declarar y que las autoridades les devolvieran sus pasaportes requisados.

En su comunicado, Bentz aseguró hoy que las autoridades brasileñas "solo" lo vieron como un "testimonio" y nunca como el "sospechoso". "Nunca di un falso testimonio a nadie", añadió el nadador de 20 años.

Además, el joven nadador estadounidense apuntó a Lochte, 12 veces medallista olímpico y el que expuso por primera vez el relato del asalto, como el responsable de los incidentes en la gasolinera.

"No estoy seguro del por qué, pero mientras estábamos ahí, Ryan tiró al suelo un anuncio que estaba débilmente sujeto a una pared de ladrillo", dijo Bentz, quien también afirmó que Lochte "gritó a los guardias de seguridad" y que "mantuvo un acalorado intercambio verbal, aunque nunca hubo contacto físico".

Lochte, precisamente, también se disculpó hoy a través de un comunicado: "Quiero pedir disculpas por mi comportamiento el pasado fin de semana, por no ser más cuidadoso y sincero en mi descripción de los hechos de esa madrugada".

Según medios brasileños, fue el otro nadador, Feigen, quien aseguró en su testimonio ante la Policía que él sabía que la declaración de Lochte era falsa, pero no quiso pronunciarse sobre el caso para evitar una gran repercusión pública.