La lluvia arruinó la puesta en marcha de la quinta jornada de tenis en Río, en plena ebullición competitiva y con la entrada inicialmente prevista de la modalidad de dobles mixtos, que agranda el cúmulo de partidos del torneo.

La carencia de alguna pista con posibilidad de ser cubierta complica el futuro calendario tenístico de los Juegos. Más de veinte partidos fijados deben ser acomodados ahora entre los días próximos. Desde el viernes hasta el domingo la planificación contemplaba la configuración del podio en cinco modalidades. No parece fácil adaptar la situación y poder culminar la cita del tenis olímpico ese 14 de agosto.

Y más aún si hay jugadores con posibilidades en todas las modalidades. Con una programación que les obliga a disputar tres partidos en un día. Ese es el caso de Rafel Nadal, que afrontaba la sesión con desafíos en todos los frentes. En el cuadro individual, en los octavos de final, ante el francés Gilles Simon. En el torneo de dobles, junto a Marc López, en semifinales, en busca del podio, contra los canadienses Daniel Nestor y Vasek Pospisil. Y, además, el mixto, con Garbiñe Muguruza, que la organización la había incluido con el enfrentamiento ante los checos Lucie Hradeka y Radek Stepanek.

Más duro es el devenir que espera al mallorquín si prolonga sus aspiraciones en Río. Podría llegar a tener que disputar diez partidos si se mete en la pelea por las medallas en los tres torneos. Cuatro tiene por delante en individuales. Otros tantos en el mixto y dos de dobles. Todo ello a repartir en los cuatro días que restan hasta el domingo.

Nadal, que ha mantenido un ritmo frenético de compromisos desde su retorno a las canchas tras los dos meses de ausencia por la lesión en la muñeca, dispuso de un cansancio relativo y obligado. Pendiente desde primera hora de su posible salida a la pista en cuanto el tiempo se calmara, permaneció en la sala de jugadores acompañado del resto del equipo español. Todos con compromisos fijados. El número cinco del mundo, campeón olímpico en Pekín 2008, ocupó el tiempo en compañía de su tío y entrenador Toni Nadal y de la seleccionadora Conchita Martínez. Se entretuvo con el parchís.