Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

'Enjambre' (Prime Video): retrato de una superfan asesina

Donald Glover ('Atlanta') es el cocreador de este cruce de terror y comedia negra sobre la fan más fatal de una Beyoncé imaginaria

Dominique Fishback (Dre) en 'Enjambre'. PRIME VIDEO

Enjambre ★★★★

Creadores:  Janine Nabers y Donald Glover 

Dirección:  Donald Glover, Ibra Ake y otros 

Reparto:  Dominique Fishback, Chloe Bailey, Nirine S. Brown, Billie Eilish

País:  Estados Unidos

Duración:  35 min. aprox. (7 episodios)

Año:  2023

Género:  Terror

Estreno:  17 de marzo de 2023 (Prime Video)

Hubo que esperar cuatro años entre la segunda y tercera temporadas de 'Atlanta', pero solo tres meses entre el final de esa serie rompedora y el estreno de 'Enjambre', miniserie hermana de aquella. Hermana biológica: sus padres son Donald Glover y Janine Nabers, cocreador y guionista de 'Atlanta', respectivamente; además, repiten en el equipo creativo Stephen Glover, Jamal Olori o Ibra Ake. Hermana conceptual también: de nuevo se abordan temas de raza, música, fama y, sobre todo, fans desde una óptica inquietante, sin buscar respuestas fáciles ni sermones, solo generar conversación, discusión o desconcierto.

Todos los caminos genéricos se cruzaban en 'Atlanta', incluyendo el terror, sobre todo en episodios como 'Teddy Perkins', el del trasunto de Michael Jackson, o 'Tres bofetadas', recreación y reelaboración de un suicidio-asesinato acaecido en California en 2018. Se podría describir 'Enjambre' como un cruce entre ambos capítulos, no solo por ser otra incursión arriesgada en la boca del miedo. En la (en principio) miniserie, Dominique Fishback ('The Deuce') es fan de otro trasunto de una estrella pop, en este caso Beyoncé, aquí llamada Ni'Jah (Nirine S. Brown); el nombre de la serie alude a su contingente de fans, The Swarm ('El enjambre'), una clara referencia a los de Beyoncé, la BeyHive, juego de palabras con 'Bey', abreviatura de Beyoncé, y 'beehive', colmena.

Por otro lado, al principio de la serie se puede leer: "Esto no es una obra de ficción. Cualquier similitud con personas reales, vivas o muertas, o hechos reales, es intencional". Lo dicen no solo por los guiños a Bey, sino porque Nabers y Glovers se han basado en rumores esparcidos en el mundo real y crímenes e incidentes tan reales como el que inspiró 'Tres bofetadas'. La conciencia de estar viendo brutalidades que sucedieron ahí fuera, de uno u otro modo, complica la relación del espectador con una violencia que se va tornando progresivamente menos irónica y más perturbadora.

Su adoración por Ni'Jah conduce a la joven Dre a lugares extraños, como hacerse con una tarjeta de crédito para gastar el dinero que no tiene en unas entradas de lujo para ella y su hermana Marissa (excelente Chloe Bailey, del dúo R&B Chloe x Halle). Pero cierto hecho trágico lleva a Dre a rincones aún más oscuros, a un viaje por carretera sembrado de víctimas que suelen coincidir en su desprecio por la diosa Ni'Jah. 

No sabemos qué pensará Beyoncé de una serie que convierte a una de sus posibles megafans en asesina en serie. Curiosamente, en el equipo hay algunos colaboradores suyos, como el citado Ake, que dirigió varias piezas de su álbum visual 'Black is king', o el compositor Michael Uzowuru, presente en el proyecto 'The Lion King: The gift' e importante colaborador de Rosalía en 'Motomami', para más señas.

Este cronista quiere creer que la autora de 'Renaissance', amante como es del riesgo, sabrá reconocer lo único y lo profundamente hipnótico de esta historia de obsesión. Que sabrá abrazar su tono extraño, entre la diversión, la tristeza, la oscuridad y el pavor, en algún momento todo al mismo tiempo. O alucinar con la interpretación de una Fishback que sostiene la serie sobre sus espaldas, sobre su mezcla de rara inocencia con terrorífica desafección; cuando desaparece de escena para un episodio autónomo con formato distinto, la serie se hunde temporalmente. O admitir que Billie Eilish está fantástica como anfitriona de Dre en un inquietante retiro de empoderamiento femenino. 

Es en ese episodio de la comuna 'hippie chic', cuarto de siete, en el que 'Enjambre' alcanza quizá sus cotas más altas de fascinación: el Robert Altman más psíquico de los setenta todavía vive. Pero la hipnosis es más o menos constante y nos recuerda lo importante de saber enlazar la imagen con el sonido o su aparente ausencia, el espacio negativo. Es una serie para ver a oscuras, con el volumen bien alto y alguien a quien abrazarse entre temblores al final de cada capítulo.

Compartir el artículo

stats