Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

'El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder': la esperada serie-evento, contada por sus protagonistas

Hablamos con Morfydd Clark, Maxim Baldry e Ismael Cruz Córdova, entre otros, sobre qué supuso introducirse en el mundo Tolkien del brazo de J. A. Bayona

Morfydd Clark como la guerrera Galadriel de ’Los Anillos de Poder’. Prime Video

No por repetido es menos abrumador: 'El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder' (Prime Video, desde el viernes, día 2) podría llegar a costar a Amazon, una vez acabadas sus previstas cinco temporadas, más de mil millones de dólares. 250 de ellos se invirtieron en la puja final por los derechos televisivos de las novelas de 'El Señor de los Anillos', al parecer una debilidad del magnate Jeff Bezos, quien además veía en la obra de Tolkien una oportunidad ideal para encontrar su ansiado 'Juego de tronos' propio

Aunque el gigante de la compra online no ha confirmado presupuesto, el gobierno de Nueva Zelanda, donde se rodó la primera temporada, siguiendo la ruta marcada por Peter Jackson en su adaptación fílmica de hace dos décadas, ha situado en 462 millones de dólares el desembolso por estos ocho episodios. La buena noticia: a tenor de los dos primeros, dirigidos por J. A. Bayona, cada uno de esos dólares quedará reflejado en la pantalla. Hablamos de otro paso de gigante, después de la citada 'Juego de tronos' o, hace algo menos, 'Fundación', en la redefinición del grado de espectáculo visual y ambición narrativa que podemos esperar en televisión. 

Inmersión en la Segunda Edad 

De entre las muchas ideas de serie escuchadas, Amazon se quedó, curiosamente, con la de dos guionistas sin un solo crédito anterior en la Internet Movie Database: J.D. Payne y Patrick McKay, antiguos colaboradores de J. J. Abrams en una versión cancelada de 'Star Trek 4'. Su propuesta consistía, en esencia, en convertir los cinco minutos de prólogo de 'La Comunidad del Anillo' en cincuenta horas de serie: una inmersión en la llamada Segunda Edad del Sol de la Tierra Media, cuando se forjaron los Anillos de Poder, emergió el villano Sauron, cayó la isla-reino de Númenor y los elfos y los hombres unieron fuerzas contra Sauron en la Guerra de la Última Alianza. 

El propio Peter Jackson estuvo a punto de estar involucrado, pero no volvió a saber de Amazon después de pedir los dos primeros guiones, según explicó sin problemas y sin rencor en el pódcast 'Awards Chatter' de 'The Hollywood Reporter'. El estudio lanzó este comunicado en respuesta: "Al hacernos con los derechos para nuestra serie, estábamos obligados a hacer una serie diferente y alejada de las películas. Sentimos el máximo respeto por Peter Jackson y las películas de 'El Señor de los Anillos' y nos encanta saber que tiene ganas de ver 'Los Anillos de Poder'". 

Christopher Tolkien, tercer hijo de J. R. R., odió las películas de Jackson: "Destriparon el libro para convertirlo en una película de acción para gente de entre 15 y 25 años", declaró a 'Le Monde' en una famosa entrevista en 2012. Quizá los herederos vivos de Tolkien piensen parecido. Pero está claro que a los autores de 'Los Anillos de Poder', y a Bayona el primero, les encantan. La época explorada y, en muchos casos, las localizaciones visitadas pueden ser diferentes, pero el imaginario o la exuberancia emocional de la serie remiten a las trilogías de 'El Señor de los Anillos' y 'El hobbit': de ambas regresa John Howe, uno de sus artistas conceptuales, y de la segunda la diseñadora de vestuario Kate Hawley. Además, Howard Shore se marca el tema principal de una banda sonora completada con versatilidad y maestría por Bear McCreary ('Outlander'). 

Una Galadriel guerrera

La primera temporada de 'Los Anillos de Poder' será una introducción a la Segunda Edad y a los viejos e inéditos héroes que la vivieron durante algunos años o, en ciertos casos, siglos. Pero se abre con un prólogo abrumador sobre la edad anterior y los orígenes de la guerrera Galadriel de la serie (Morfydd Clark), miles de años más joven que la encarnada por Cate Blanchett en cine. En entrevista exclusiva con este diario, Clark señala a la Galadriel de Blanchett como inspiración no solo reciente: "Más que nada porque llevo desde los once años estudiando su interpretación, así como las del resto del reparto de las películas", dice entre risas. "Me atraía la idea de explorar el personaje en una época en que estaba lejos de ser la tranquila Dama de Lothlórien". Durante su preparación tolkieniana repasó el compendio mitopoeico 'El Silmarillion' e incluso los 'Cuentos inconclusos', obras de las que Amazon no tiene los derechos, pero que sirvieron a Clark para sumergirse en "el lenguaje y la magia de Tolkien, cuyo personaje principal es en realidad la Tierra Media". 

Y hablando de sumersión: a los pocos días de empezar a rodar, la revelación de 'Saint Maud' luchaba contra el elemento acuático en una secuencia de tormenta no tan lejos de 'Lo imposible'. Por suerte, Bayona, recuerda Clark, sabía rebajar "la tensión de las horas interminables" con pequeñas bromas: "Estábamos medio muertos en mitad de ese tanque de agua y a él no se le ocurrió otra cosa que poner la música de 'Titanic' para ambientar". 

Numenoreanos, pelosos y un hombre caído del cielo 

Con Galadriel regresan otros personajes que quizá suenen a lectores y espectadores, pero de los que, en realidad, tampoco sabemos tanto. Es el caso de Isildur (Maxim Baldry, visto en 'Years & years'), el marinero numenoreano que acabó convirtiéndose en guerrero y cortando a Sauron el dedo en que portaba el codiciado Anillo Único. "Sabemos en qué momentos de la historia estuvo involucrado", señala Baldry, "pero no quién es realmente, qué tomaba para desayunar. De Isildur pude descubrir que era un hombre vulnerable y bastante divertido. Sabiendo quién acabó siendo, explorar esa parte más frágil me resultó sorprendente". Isildur fue visto brevemente en 'La Comunidad del Anillo'; más protagonismo tuvo en esa primera trilogía, interpretado por Hugo Weaving, el medio elfo Elrond, señor de Rivendel, aquí interpretado por un estupendo Robert Aramayo (el joven Eddard Stark de 'Juego de tronos') como arquitecto y político en plena ascensión en Lindon. 

Aunque los hobbits no pintan mucho en la Segunda Edad, nos quedan sus ancestros pelosos, igual de aficionados al baile y la alegría. La alegría: uno de los diversos elementos que convierten a 'Los Anillos de Poder' en una serie más complementaria que competidora de la amarga 'La Casa del Dragón'. Sara Zwangobani y Dylan Smith cruzan los dedos para que el público deje de pensar en hobbits y aprenda a amar a sus pelosos, Caléndula y Largo Brandipié, para más señas. Zwangobani: "Sus circunstancias son bastante diferentes. A la gente, creo, le interesará conocer su estilo de vida, o mejor dicho, cómo se las arreglan para sobrevivir". Smith: "Contamos casi una historia de orígenes de los hobbits. Llegar a la idílica vida de la Comarca no fue sencillo, sino que antes hubo mucha lucha y resistencia". 

Contra descendencia díscola, por ejemplo. En una de sus habituales excursiones por donde no debería, su hija Nori (Markella Kavenagh) y una amiga de esta, Poppy (Megan Richards), topan con un misterioso hombre caído a la Tierra en un meteoro. Ese Desconocido (Daniel Weyman) podría ser, según el usuario de Reddit al que pregunten, desde Sauron hasta una versión primigenia de Gandalf. ¿Puede responder a estas teorías sin revelar nada en absoluto, señor Weyman? "Solo puedo decir que me encanta oír todas las suposiciones. Y que es fantástico haber logrado mantener tantos secretos. Lo ideal es que la gente descubra la verdad en sus salones, con sus amigos, en el momento adecuado. Y no porque se me escape en un 'junket'", dice entre risas.

Mirar con buenos ojos al Otro

Otros nuevos personajes están aún más alejados del canon de Tolkien, que no del espíritu de su obra, en el que seres de diversas procedencias sacan la mejor versión de sí mismos al unirse en aras de la justicia. El puertorriqueño Ismael Cruz Córdova ('The undoing') es la primera persona de color en interpretar a un elfo en un proyecto ligado al escritor británico. Su personaje, Arondir, está enamorado en secreto de una curandera humana, Bronwyn, a la que da vida una actriz británica de padres iranís: Nazanin Boniadi, conocida como la Fara Sherazi de 'Homeland'. "Estoy contento por trabajar con unos 'showrunners' de mente abierta", dice Cruz Córdova. "Esta representación es algo por lo que ha luchado mucha gente. Pero también nos hemos ganado este trabajo por méritos y habilidades", recuerda. 

En opinión de Boniadi, esta historia de amor prohibido trasciende la función emocional para erigirse como manifiesto político: "Su relación tiene que ver con la curiosidad por el Otro", afirma la actriz. "Nos gusta creer que mostrar esta clase de unión en pantalla podría inspirar al mundo. Ojalá dejase de asustarnos algo diferente a nosotros; encontremos unidad, encontremos esperanza. Tengamos conversaciones con gente a la que creemos que no entendemos".

Compartir el artículo

stats