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Gary Oldman: un Torrente del MI5 en la serie ‘Slow horses’

Hablamos con el mítico actor inglés sobre su papel de desagradable pero, en el fondo, brillante y sensible espía Jackson Lamb en esta estimulante apuesta de Apple TV+

Gary Oldman (Jackson Lamb) en ’Slow horses’.

'Caballos lentos', aclamada primera novela de la serie Jackson Lamb, no es otro elegante thriller de espionaje británico, todo trajes bien planchados y últimas tecnologías. El escritor Mick Herron aplicó al género una dosis refrescante de cotidianidad: el citado Lamb lidera un grupo de agentes del MI5 relegado a una sede decrépita, la Casa de la Ciénaga, donde se hace todo el trabajo sucio y aburrido que nadie quiere hacer en las lujosas oficinas centrales de Regent's Park. 

Si creían que George Smiley llevaba trajes demasiado grises, esperen a ver a Jackson Lamb tal y como aparece en 'Slow horses' (Apple TV+, desde el viernes, día 1), la adaptación del libro de Herron a miniserie a cargo de Will Smith (no, no el del bofetón, sino el colaborador de Armando Iannucci en series como 'The thick of it' o 'Veep'). Encarnado por un Gary Oldman sin miedo al sobrepeso ni la inmundicia, se presenta ante la audiencia como el Torrente de la inteligencia británica, despertándose a sí mismo con una de sus flatulencias. 

Debe ser el tipo más maleducado al que haya tenido que dar vida

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"Es delicioso de interpretar", asegura Oldman en junket virtual. “Debe ser el tipo más maleducado al que haya tenido que dar vida. Parece como salido de un mercadillo: desaliñado, pelo grasiento, sudoroso…". Y calcetines agujereados en primer plano, añadimos. 

Primera vez

Un personaje lo bastante atractivo, o fascinantemente desagradable, como para llevar a un titán del tamaño de Oldman a comprometerse por primera vez con una serie a largo plazo. "Hace diez años estuve a punto de retirarme –explica–, en parte porque tenía la sensación de haberlo hecho todo, de haber cubierto toda la gama de emociones. Pero lo bueno de este trabajo es que, de repente, llega algo y te revitaliza. Un personaje como este te recuerda por qué empezaste a hacer esto en un primer momento. Cuando leí el primer libro, pensé que si los guiones eran la mitad de buenos, esto valdría la pena. Por supuesto, en la adaptación no podía entrar todo. Sería como meter un elefante en una cabina telefónica. Pero entraron cosas".

Buceemos un poco más en sus motivos para la fascinación. Lamb tiene capas. Debajo de la costra oculta una gran inteligencia: "Quiere dar la impresión de que, básicamente, se ha rendido, pero tras todo ese desastre hay una mente increíble", dice Oldman. "Me recuerda a mucha gente difícil y brillante con la que he trabajado a lo largo de los años en cine y teatro. No soy espía, claro, ni sé mucho de ese mundo, aparte de las novelas que he leído. Pero tengo la sensación de que debe atraer a mucha gente de ese estilo".

Los (relativos) protegidos 

Lamb trata fatal a sus inferiores, sus 'caballos lentos', pero podría hacerlo en parte por compasión: para animarles a dejar esa especie de purgatorio del espionaje y tener una vida mejor que la suya. Uno de los más castigados, el personaje principal de la serie, es el joven River Cartwright (Jack Lowden, conocido por 'Dunkerque'), nieto del veterano del MI5 interpretado por Jonathan Pryce. River la pifió (o hicieron que la pifiara) durante una sofisticada simulación y necesita a toda costa una forma de redimirse y hacer que su abuelo, quien le crio, vuelva a estar orgulloso de él. Su oportunidad llega con el secuestro de un universitario británico-asiático a cargo de Hijos De Albión, grupo extremista de extrema derecha.

Pero, en realidad, ese caso acabará siendo una oportunidad para todo el equipo: de la diestra Louisa Guy (Rosalind Eazar) al no tan listo como se cree Min Harper (Dustin Demri-Burns), pasando por el asocial experto en tecnología Roddy Ho (Christopher Chung), el bromista y festivo Struan Loy (Paul Higgins) o el especialista en tirar puertas abajo Jed Moody (Steven Waddington). Quizá la mejor de la clase sea Sid Baker, encarnada por Olivia Cooke, heroína de 'Ready player one', rockera ruidista en 'Sound of metal' y futura Alicent Hightower de 'La Casa del Dragón'. "Jackson Lamb no es tan, tan maleducado con ella porque sabe que Sid tiene verdaderas habilidades", explica la propia Cooke. "A sus ojos, es un gran valor de la oficina, una impresión que Sid se esfuerza por mantener". 

Diálogos afilados

El reparto de la serie incluye, además, a Saskia Reeves (Rose Teller de 'Luther') como la secretaria de Lamb, alcohólica en recuperación que antaño fue asistente personal de un alto cargo del MI5 que traicionó a su país, o la siempre majestuosa Kristin Scott Thomas como Diana Taverner, alias Lady Di, jefa de operaciones que piensa hacer cuanto haga falta, incluso sabotear misiones, por llegar a la cima del servicio de inteligencia. 

Diálogos afilados, buenas 'set pieces' de acción y extraños golpes de emoción se alternan sin descanso en una serie capaz de recordar a los mejores días de 'Killing Eve', es decir, los que escribió Phoebe Waller-Bridge, o de funcionar como placebo de lujo mientras llega una nueva extática creación de Jed Mercurio ('Line of duty', 'Bodyguard'). Comparaciones mayores.

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